Sentados sobre un colchón colocado en el piso, recostados el uno al otro en la pared, con manos y pies atados con tirro, encontraron a Édgar Jesús González Torres (23) y a su novia, Linda Emili Contreras Guillén (19), dentro de una habitación del apartamento 8-6 del edificio El Alba, ubicado en la calle 27 entre avenidas 2 y 3, sector centro, municipio Libertador, en Mérida. laverdad.com / Lewis Sánchez
Los cadáveres estaban en avanzado estado de descomposición. El muchacho vestía una franela vinotinto con blanco y un pantalón azul y su pareja lucía una blusa blanca y un jean azul. A González se le veía una herida en el cuello y otra en la cabeza, mientras que Contreras presentó un disparo cerca de la sien. Ambos cuerpos tenían hematomas en el rostro. A su alrededor se encontraron residuos de heces y orina, se presume que los estudiantes no pudieron contener los esfínteres por los nervios.
El móvil que mayor fuerza cobra en ese crimen es la venganza personal. Quien o quienes los mataron no ingresaron a la propiedad forzando o violentando las puertas, por lo cual, en principio, sospechan de personas conocidas o allegadas a las víctimas. De manera extraoficial se conoció que los investigadores encontraron una nota escrita en un papel, del cual se desconocen mayores detalles.
Las víctimas
Édgar Jesús González Torres era estudiante de Ingeniería Civil en el Instituto Universitario Santiago Mariño y Linda Emili Contreras Guillén (19) era bachiller, el próximo mes de septiembre comenzaría a estudiar Economía en la ilustre Universidad de Los Andes. Tenían siete meses de novios y estaban viviendo juntos. La última vez que los vecinos los vieron con vida fue a las 9.00 de la noche del pasado lunes 29 de abril, cuando ambos llegaron en su moto y la dejaron aparcada en el estacionamiento para posteriormente ingresar a la vivienda.