Con universos mágicos, espectáculos creativos y cargados de humor, “el mayor espectáculo del mundo”, el circo, inunda estos días las calles de la ciudad de Buenos Aires, convertida en una gran carpa por la que, hasta el 19 de mayo, pasarán artistas nacionales e internacionales.
Alida Juliani Sánchez/EFE
Ocho compañías llegadas de Colombia, Chile, Suecia, Francia e Inglaterra, y diez nacionales realizarán más de 20 espectáculos y más de 70 funciones en distintos lugares de la capital argentina, cuyo cuartel general será la explana del Polo Circo, en el sur de la ciudad.
Todos son espectáculos variados y con características propias, “que aportan una mirada distinta donde la dificultad no sólo está en el centro de la escena, aunque ésta siga siendo el eje principal”, explicó a Efe Gabriela Ricardes, responsable del festival circense, que cumple este año su quinto aniversario.
“En esta edición, el festival ya se ha afianzado y eso hace que muchos artistas, ya sea de países limítrofes con Argentina o del resto de las provincias estén viniendo especialmente para este momento”, apuntó.
Esa aceptación, tanto de los profesionales del medio como del público en general, ha hecho que el certamen haya crecido en extensión geográfica hasta 18 sedes distintas, incluyendo centros culturales barriales, plazas, museos y escenarios en las villas.
“Como cada año, los espectáculos nacionales son gratuitos y los internacionales tiene precios muy populares”, señala Ricardes.
Para todos los gustos, pero muy especialmente destinado a los jóvenes, a quienes se les quiere transmitir “una dramaturgia contemporánea, de su tiempo”, el V Festival Internacional de Circo de Buenos Aires, ofrece “una muy variada programación”.
Desde Francia llega “L’immédiat”, un espectáculo “muy creativo” sobre el arte de lo inestable, realizado a partir de objetos que su autor, Camille Boitel, ha ido recuperando a lo largo del mundo.
También procedente de ese país se presenta en Buenos Aires “Le Cabaret Calamiteux”, donde todo está mal hecho, se incita al público a marcharse y se comparte con ellos “un momento maravilloso con mucho humor”.
“Circolombia” retrata en “Urban” las calles de la ciudad de Cali y de una sociedad que convive con la alegría y la violencia, y que encuentra en la música y la danza las válvulas de escape de la vida cotidiana.
Y en “Wear ir like a crown”, la compañía sueca “Cirkus Cirkor” trabaja sobre las emociones, sobre la parte oscura y defectuosa de la humanidad, “para sacarle brillo a nuestros defectos”.
Entre las nacionales destaca una retrospectiva de “La Arena”, compañía que cumple 15 años, y que lleva hasta cinco espectáculos diferentes en su repertorio, uno de ellos al aire libre.
“También vienen estos días a la ciudad artistas de la periferia de la región de Buenos Aires. Jóvenes muy talentosos que vienen a presentarse por primera vez en las plaza porteñas y en las carpas del Polo Circo”, explicó Ricardes.
La organización estima que alrededor de 70.000 personas pasarán por el Festival Internacional de Circo durante once días.
“Intentamos ofrecer un panorama sobre el circo actual, que pueda dar cuenta, a los habitantes de Buenos Aires y a la gran cantidad que se acerca desde el interior del país, de lo que sucede en el mundo del circo hoy”, apunta la responsable del certamen.
“Porque el circo actual -matiza- empieza a aparecer como un medio, como un lenguaje para transmitir, crear universos y elaborar una dramaturgia diferente que contagie lo que en nuestros días”.
En el marco del Festival, se realizarán también talleres, charlas y capacitaciones a cargo de formadores internacionales.
Además, se organizarán encuentros entre los 45 programadores participantes, “para que compartan las experiencias europeas y latinoamericanas”. EFE