“La doctora me dijo que no me aseguran una recuperación total. Imagínate. Tanto luchar para morir en la orilla”. Con estas palabras, Flor María Gutiérrez, de 48 años, resume las consecuencias de un periplo en el que lleva tres meses, así lo informó Patricia Marcano de Últimas Noticias.
En julio de 2012 le diagnostican un cáncer de mama. Le indican quimioterapia (el tratamiento duró 6 meses) y luego cirugía. “Con la quimio no tuve problemas, gracias a Dios me daban los medicamentos gratis en el hospital Luis Ortega, de Margarita”. Cuando terminó la terapia y se recuperó, fue a pabellón. Le hicieron una mastectomía radical en febrero de este año, también en Nueva Esparta, su estado de residencia. El siguiente paso, indicado por los especialistas, era iniciar radioterapia al mes de la operación.
Fue al hospital Luis Ortega de nuevo, pero el acelerador lineal, equipo con el que dan la radioterapia, estaba dañado. “Esa máquina la inauguraron en diciembre y en marzo ya estaba dañada, y nada que la arreglan. Allá en la isla no había radio, sólo quimio. Me refirieron a Barcelona. Fui. Allá me dijeron que la máquina estaba parada porque se le dañó la tarjeta madre, y que estaban atendiendo a pacientes de Sucre, que también tenía el equipo dañado, de Monagas y Nueva Esparta.
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