Un ambiente hostil se vive en la zona de frontera en Guainía por las incursiones de la guardia venezolana a territorio colombiano. La Defensoría del Pueblo tiene denuncias de indígenas y pobladores que aseguran ser víctimas de los uniformados, que cruzan el límite para intimidarlos, maltratarlos y hasta, según ellos, “extorsionarlos”.
En lo corrido de mayo se han reportado dos incursiones, que dejan a ocho colombianos detenidos en el municipio venezolano de San Fernando de Atabapo.
La primera incursión tuvo lugar el primero de mayo. Siete personas fueron arrestadas por la guardia cuando trabajaban en la extracción artesanal de oro en el río Atabapo.
“Nos llama la atención es que los indígenas dicen que miembros de la guardia llegan encapuchados y los encapuchan a ellos también. No creemos que ese sea el protocolo de patrullaje normal. Recibimos testimonios, incluso por escrito, de indígenas que evitaron la captura. Ellos narran cómo la guardia venezolana abusa, los maltrata permanentemente, los esposa, los deja a la intemperie cuando llueve.También, los ‘boletean’ pidiéndoles gramos de oro, dado que en esa región la gente se dedica a la minería artesanal, solo por dejarlos permanecer allí”, alertó el defensor nacional del Pueblo, Jorge Armando Otálora.
Una nueva incursión, diez días después, provocó la reacción de los indígenas.
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