La cumbre de los “sapeados” reunida en La Orchila habría ordenado la investigación. Allí, ToriPollo, el Teniente y Jose Vicente sostuvieron un diálogo cuidadoso, evitaron herirse mutuamente. De hecho, no oyeron en colectivo el audio cloacal. No era fácil verle la cara a José Vicente al momento de que el Bocasucia lo acusaba de protector de corruptos. Tampoco era cómodo verle los ojitos al Teniente al momento de ser acusado de corrupto y conspirador. Y también era difícil ver la cara de ToriPollo cuando se decía que la “Primera Combatiente” del país lo manipulaba.
Por fuera, además de las risitas burlonas de algunos maduristas, es muy significativo que fuentes del PSUV relataran al diario prochavista PANORAMA que el mismo día de la difusión del audio, Cabello exigió la salida del Bocasucia del canal.
“Estaba como un energúmeno y pidió su cabeza; sino se hacía así él mismo iría por Silva a la sede de Venezolana de Televisión para sacarlo a golpes”. Dijeron los consultados que “el audio lo vendió el propio Gobierno con la intención de poner al descubierto a Diosdado, quien cuenta con el apoyo de más de 20 diputados en la Asamblea Nacional”.
Calmada las aguas internas, por ahora, al acordar un “plan” de control de daños que seguramente incluye el simulacro de investigación de la Fiscalía para determinar en algún momento que el audio es un “montaje”, queda una pregunta en el aire: ¿Por qué no hubo cadena para interrumpir la transmisión del audio, quién con poder para ordenarla no lo hizo y se dedicó a disfrutar su contenido?