Desde la noche del pasado viernes 24 de mayo, el equipo de montañistas venezolanos Proyecto Cumbre, integrado por Carlos Castillo, Martín Echevarría, Marco Cayuso, Carlos Calderas y Marcus Tobía, cuenta en su palmarés con la cumbre más alta de Canadá, el Monte Logan, de 5959 metros, ubicado en la Cordillera de San Elías, en el territorio de Yukon.
Vía satelital, el grupo narró la experiencia luego de una extenuante jornada de más de 15 horas de esfuerzo, en la que el viento de unos 25 k/h y un período de baja visibilidad hizo lento el avance. El ascenso en esquís a partir de los 5200 m de la cara noroeste del Logan (Campo 6), se inició a las 9.30 de la mañana de este viernes 24 de mayo tras un recorrido de unos 8 kilómetros por una pendiente de mediana inclinación, debieron echar mano del GPS y los mapas pues no era evidente la ruta a seguir rumbo a los 5.959 metros del tope de la montaña.
“Estábamos cansados, las tres jornadas seguidas porteando alimento y combustible del campo 4 al 5 y del 5 al 6 nos había agotado, sobre todo porque el collado del Prospector es como hacer otra cumbre de más de 5 mil metros. Como a los 5.500 m encontramos unas rocas y decidimos dejar allí los esquís y seguir con crampones sobre la pendiente ya más compleja. Afortunadamente a esa hora comenzó a levantar la nubosidad y se vió más claramente la ruta que debíamos tomar hacia la cumbre. Eso fue casi a las 2 de la tarde, desde allí nos tomó casi 5 horas llegar a la cumbre, donde estuvimos los cinco a eso de las 7.30 pm (10.30 pm hora Venezuela). Para bajar nos resultó más sencillo porque habíamos marcado la ruta y la huella estaba abierta. El asunto es que al estar solos en la montaña, no tenemos ninguna referencia de otras expediciones que abran el camino” dijo Carlos Castillo desde la base de la montaña más alta de Canadá.
Por su parte Marcus Tobía comentó posteriormente que los pocos días de buen clima de los que habían disfrutado luego de una semana encerrados en las carpas en el Collado del Pico King, los habían aprovechado para adelantar y montar todos los campamentos, tratando de asegurar el momento de hacer cumbre. “Definitivamente la jornada de ataque al Logan fue extenuante, ya estábamos cansados y las condiciones de visibilidad de la ruta, además de la baja temperatura, de unos 35º bajo cero, impidió que comiéramos y nos hidratáramos correctamente. Los termos se nos congelaron y nos desgastamos mucho en el ascenso”, agregó.
De regreso en el campo 6, en la base de la montaña, el grupo descansa y repone fuerzas para iniciar el regreso. Probablemente permanezcan en el campamento todo el fin de semana esperando además que pase un período de fuerte viento que se espera este domingo. El lunes próximo, luego de retomar fuerzas, iniciaran el descenso hacia el glaciar Quintino Sella, con paradas en cada uno de los campamentos y depósitos establecidos en la montaña para descansar y recoger equipos, víveres y combustible.
Con información de liderendeportes.com