En un asqueante video, http://www.youtube.com/watch?
Ese asqueante video es una evidencia más de tu irresponsabilidad. Tu llamado a armar a los obreros venezolanos es una incitación abierta al caos social, un acto terrorista que te incapacita para una posición de liderazgo. Si la defensoría del pueblo y la fiscalía general de la república hicieran el trabajo que les asigna la constitución y no fueran simples fichas tarifadas de tu régimen, serías acusado formalmente por crimenes contra la ciudadanía. Mezquina y enferma es la mente que ordena armar a la población civil. Para tí los obreros venezolanos son carne de cañón y no lo que deben ser, factores de producción y de trabajo junto con la gerencia para el beneficio de toda la nación.
Tu conducta, Nicolás, es indigna de quien funge temporalmente de presidente. No solo te has mostrado ignorante de los asuntos más elementales relacionados con tus tareas, incluyendo un deplorable desconocimiento de la más sencilla geografía venezolana y universal (hablas del Estado Margarita; dices que Portugal y Venezuela están en el mismo continente), sino que tu incultura es motivo de verguenza para los venezolanos educados, en especial tu creencia en apariciones ornitológicas sobrenaturales, lo que en criollo se denominarían pjaritos preñados. Tu actuación como funcionario público ha sido abiertamente violatoria de nuestras leyes y sería objeto de una efectiva sanción legal en cualquier país civilizado del mundo. A la grabación de Mario Silva, totalmente incriminatoria para tu régimen y en urgente necesidad de ser investigada, has respondido con un estruendoso silencio, cuando no con insultos al denunciante Ismaél García o comentando, con insoportable frivolidad, como casi te firmó un no identificado equipo de beisból para jugar en las Grandes Ligas. La grabación de Mario Silva corroboró la presencia dominante cubana en tu gobierno y mostró su podredumbre moral. Yan en La Habana habías refirmado el acto de traición original del difunto, la entrega a Cuba de 100.000 barriles diarios de nuestro petróleo en condiciones ruinosas para la nación.
Como ciudadano venezolano te acuso publicamente por tu degradada actitud y comportamiento. Por lo que a mí respecta, estás despedido y considero que la acción profiláctica de las instituciones del Estado en tu contra es ya un imperativo nacional. Censuro a las autoridades venezolanas por no haber actuado oportunamente para meterte en cintura, como era su deber.