Lo mataron por reclamar que lo chocaron

Lo mataron por reclamar que lo chocaron

Yolis Antonieta Gil, esposa de la víctima. Foto: JIMMY MANTILLA

Un hombre que se ganaba la vida como electricista, murió luego de recibir siete impactos de bala. El lamentable suceso se registró en el sector Los Naranjos, a pocos metros de un conocido centro comercial de la comunidad de Palo Negro, municipio Libertador.

Al parecer todo ocurrió cuando la víctima identificada como Luis Alberto Orozco Fernández, de 38 años de edad, iba a bordo de su moto, donde se trasladaba con su novia con destino a Magdaleno hacer algunas diligencias, y un vehículo los chocó.

Trascendió que este hombre, con algunos golpes, molesto por lo sucedido, le reclamó al chofer de la unidad, y éste lleno de ira, sacó su arma de fuego y la descargó contra la humanidad de Orozco, frente a su pareja.





De inmediato, el infortunado fue trasladado al Hospital de La Ovallera, donde los médicos de guardia lo atendieron de emergencia, pero pese al esfuerzo hecho de estos galenos, el hombre murió.

Esta información la ofreció Yolis Antonieta Gil, esposa de la víctima, a las puertas de la Medicatura Forense de Caña de Azúcar, luego de que una sobrina le avisará esta lamentable noticia.

Frente a ello, la dama quien ya tenía dos años separada de Orozco, aseguró que el responsable de este hecho es un funcionario jubilado del Cicpc, y espera que ese cargo no le sirva para desviar la justicia.

Según el parte policial, el presunto homicida responde al nombre Héctor Ramón Torrelles, de 62 años de edad, a quien al momento de la detención, se le incautó una pistola Prietto Beretta, posiblemente el arma involucrada en el hecho.

Ante lo ocurrido, se espera que la comisión del Cicpc que lleva las investigaciones atienda el clamor de la ex pareja de Orozco, y ofrezca más detalles del caso a la opinión pública, para determinar si el homicida realmente formó parte del cuerpo detectivesco en la entidad.

Luis Alberto Orozco Fernández, estaba residenciado en la calle Gilberto Varela de San Joaquín de Turmero, municipio Mariño. Deja dos hijos en la orfandad.

Fuente: El Siglo