Parece que pasó mucho tiempo desde que Aristóbulo Istúriz era Ministro de Educación cuando se dieron los primeros pasos para el adoctrinamiento de menores dentro de los planteles de primaria, y cuando se iniciaron grandes movimientos de padres y representantes en protesta a la resolución 058.
Sin embargo, el gobierno sigue llevando el agua al cántaro e insiste en convertir las escuelas en centro del quehacer comunitario y partidista.
Nos hemos sorprendido con libros de historia con loas a los golpes de estado, Canaimitas con temas sórdidos sobre embarazo precoz y hasta el mismo un ministro que dijo “¿Qué si vamos a adoctrinar en las escuelas?, Claro que vamos a adoctrinar”
Lo más reciente que nos ocupa, es este cuestionario sobre Hugo Chávez que se le está realizando a los pequeños de la Unidad Educativa Nacional Bolivariana Araira, en el Estado Miranda.
Un intrincado cúmulo de preguntas sobre el fenecido presidente y su vida personal, sus logros como político, detalles sobre sus hobbies y pasiones, y hasta un poco de drama dentro del contexto de la breve presidencia de Carmona Estanga.
Es sorprendente que estos handouts se le estén entregando a los jóvenes que probablemente serán interrogados y evaluados a base de su conocimiento de estos detalles del expresidente Hugo Chávez, desde el nombre de sus hijos hasta el día de su fallecimiento.
Un esfuerzo macabro, prematuro y forzoso de insertar a Hugo Chávez en la historia y en la memoria de los más jóvenes no como un líder político sino como una especie de prócer deificado.