Latinoamérica debe comenzar a considerar la vacunación como uno más de los derechos humanos e invertir en vacunas para evitar enfermedades que generan altos costos a los sistemas de salud, según la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (Slipe).
Douglas Marín/EFE
Esa organización presentó esta semana en Costa Rica un programa llamado “Vacunas sin Fronteras”, mediante el cual se pretende informar y convencer a los gobiernos de la importancia de invertir en esquemas de vacunación.
El presidente del SLIPE, el dominicano José Brea, declaró a Acan-Efe que hay estudios que demuestran que por cada dólar que se invierte en vacunas se ahorran otros veintisiete en atención médica en centros de salud.
“Las vacunas no deben tener fronteras. Queremos que los gobiernos, las autoridades de salud y los médicos entiendan que la vacunación es uno de los instrumentos más valiosos después del agua potable”, expresó Brea.
El programa Vacunas sin Fronteras nace en una alianza entre la Slipe y la Americas Health Fundation, y busca ofrecer asistencia y asesoría a los gobiernos en cuestiones como entrenamiento, logística, promoción de la salud e impulso a esquemas de vacunación.
“Queremos tratar de estimular y mejorar la cobertura de vacunas y que las nuevas que están impactando en países industrializados puedan llegar a los nuestros sin ningún tipo de fronteras”, aseguró Brea.
El objetivo principal es que médicos de Slipe visiten los países de la región, intercambien información y brinden asesoría que permita la “toma de decisiones adecuadas desde el punto de vista económico, político” y que impidan la muerte de niños latinoamericanos, comentó.
Según este médico, Costa Rica, Panamá, Argentina, Brasil y México son los países con mejores programas de vacunación en América Latina y el Caribe, mientras que los más rezagados son Nicaragua, Honduras, Bolivia, Paraguay, la República Dominicana y Haití.
Según datos brindados por la Sociedad, en Latinoamérica mueren dos niños cada hora por la bacteria del neumococo, mientras que otras personas desarrollan enfermedades ocasionadas por esa bacteria, como neumonía, meningitis y otitis.
La exministra de salud de Costa Rica y miembro de Slipe María Luisa Ávila dijo que con Vacunas sin Fronteras también se pretende borrar la idea de que la vacuna “es una mercancía”.
“Es un derecho humano porque protege la vida, la salud y evita discapacidades”, afirmó Ávila.
La pediatra dijo que esta iniciativa de la Slipe también busca crear un “grupo grande de presión” que apoye a los médicos latinoamericanos que están luchando en sus países para que los Gobiernos inviertan en vacunas.
La pediatra citó como ejemplo que hace un par de semanas en Perú un niño de cinco meses quedó paralizado tras aplicarle una vacuna oral contra el polio, la cual, afirmó, debe dejar de utilizarse y ha de ser sustituida por la intramuscular.
“La región no ha avanzado lo suficientemente rápido. No es posible que una vacuna que hoy sale en Estados Unidos y que mañana mismo se pone en Estados Unidos, Canadá y Europa, tarde diez años en llegar a nuestros países”, manifestó.
En Latinoamérica, dijo Ávila, hay países que aún no vacunan contra el neumococo y el rotavirus y que la vacuna intramuscular contra el polio solo se aplica en el 65% de los países de la región.
Según Ávila, un ejemplo de lo necesario que es invertir en este tema se dio en Costa Rica a partir de 2007, cuando se incluyó la vacuna contra la varicela, pues para 2012 se redujeron en un 85% las hospitalizaciones por ese mal.
“Un dólar invertido en vacunas contra la varicela ahorra 37” en hospitalizaciones, explicó la pediatra
Aunque hay vacunas que son costosas, tanto Brea como Ávila instaron a los Gobiernos a invertir en Salud para que las futuras generaciones no padezcan varios tipos de enfermedades. EFE