Los trabajadores aseguran que no tienen otra opción que recurrir al uso de faldas, que describen como “mucho más cómodas que los pantalones”.
Al menos doce conductores de trenes han decidido cambiar sus atuendos. Se trata de trabajadores de la línea Roslagsbanan, que circula en el norte de la capital sueca, y llevan vistiendo las faldas desde hace dos semanas.
La empresa no puede negarles el uso de faldas, porque prohibirles un atuendo permitido para las mujeres sería visto como un caso de discriminación.
Luz verde para la falda
“Nuestra lógica es que uno debe verse decente y adecuado al representar a Arriva, y los actuales uniformes consiguen este objetivo. Si el hombre quiere vestir una falda, no tenemos ningún problema”, le dijo al diario Tomas Hedenius, director de comunicación de Arriva.
“Decirles que hicieran otra cosa sería discriminación”.
“Siempre dijimos que cuando llegara el verano, nos haríamos con unas faldas y las vestiríamos. Hace mucho calor y nos gustaría llevar pantalones cortos pero, si no podemos, tenemos faldas como alternativa cómoda”.
Los conductores masculinos optaron por vestir faldas sólo los días que haga calor, y dejarán los pantalones para las jornadas más frescas.
“Los pasajeros se nos quedan mirando, pero hasta ahora nadie ha dicho nada, al menos no a mí. Y no me importa, por cuanto se trata de una cuestión de comodidad”, añadió Akersten.