En un país en el cual los inocentes son puestos en prisión por venganza personal del fallecido, como fue el caso Afiuni, no es descabellado pedir prisión para Pastor Maldonado y Rafael Ramírez, estas vez si con causa justificada.
1. Ramírez aprobó y Maldonado aceptó un patrocinio de unos $200 millones de PDVSA para que el pudiera correr en un auto de la empresa británica Williams, contrato irregular y mantenido en secreto por Ramírez;
2. Este patrocinio viola todas las profesadas políticas gubernmentales de promoción del deporte popular. Destinó una inmensa suma de dinero a patrocinar un deporte elitista, que no se practica en Venezuela, al cual solo tienen acceso como espectadores los corruptos miembros de la revolución (perdonen la redundancia) , como es el caso de Pedro Carreño;
3. En paralelo el gobierno prohibíó, por razones mezquinas de carácter ideológico la ayuda del Grupo Polar a la Vino Tino, ese sí un equipo de seguimiento popular y digno de ayuda;
4. La magnitud del patrocinio, $200 millones, no tiene comparación con lo obtenido por esa suma: permitir que la Williams pusiera en el auto el logo de PDVSA, el cual apenas se ve cuando el patrocinado anda por allí a 150 kilómetros por hora;
5. Aunque el aspecto deportivo, per se, no sea lo esencial en la inmoralidad de esta transacción, no es posible dejar de comentar que el retorno de la nación sobre esta “inversión” ha sido deleznable. Por una sola vez que el tipo ha ganado una Carrera, ha llegado botado, al menos en otras 30 carreras. Peor aun, ha sido amonestado varias veces por los jueces por sus abusos y su comportamiento, convirtiéndose en “el niño malo” de la Fórmula Uno. Tremendo símbolo nacional es este , quizás el adecuado para representar al régimen, pero no a la Venezuela honesta. Cada vez que Mldonado es amonestado o llega entre los últimos el prestigio nacional sufre un duro golpe.
En contraste con esta tragedia que amerita prisión para Ramírez y Maldonado, ayer un roba- gallinas del INDEPABIS fue esposado y llevado a prisión por un indignado Maduro, quien nombró de inmediato a un tal Samán como nuevo presidente del organismo.
Bien hecho, Maduro, por apresar a un roba-gallinas pero mal hecho Maduro, porque lo primero que dijo Samán es que iba a conducir allanamientos de hogares para ver quien estaba escondiendo la harina Pan debajo de la cama y castigarlo severamente. Que vaina es esta? De donde sale tanto loco en este régimen?
En última instancia, como estrategia extrema, ¿por qué no se intercambia Maduro con Maldonado?
Maduro es buen chofer, Maldonado no.
Maldonado sabe donde queda Copenhagen, Maduro no.
Maduro no puede hablar con Kerry en inglás, Maldonado sí.
Los dos son corruptos. Cero menos cero es igual a cero.