Era el día de Ajax. Nervioso ante tanta atención, trataba de responder con su mirada a las cámaras de televisión que querían grabar el momento.
No era un protagonista cualquiera.
Ajax tiene 12 años y es un perro de la Guardia Civil española experto en localización de explosivos. La prestigiosa organización británica en defensa de los animales PDSA (People’s Dispensary for Sick Animals) condecoró el martes a Ajax con su medalla de oro civil en reconocimiento a la valentía exhibida por este pastor alemán en julio de 2009, cuando detectó una bomba colocada por el grupo separatista vasco ETA en la isla mediterránea de Mallorca.
“No se olvida aquel día”, dijo el guía del perro, el sargento Juan Carlos Alabarces, de 37 años. “Actuamos con la serenidad y la calma que se debe”.
“Estoy muy satisfecho y muy orgulloso”, añadió.
La ceremonia tuvo lugar en el municipio de Móstoles, al sur de Madrid, en el marco de unas Jornadas policiales y militares de Guías Caninos Internacionales. Sobre el escenario, Ajax recibió el cariño de su guía y de los mandos policiales congregados durante la imposición de la medalla, que lleva inscrita la leyenda: “Por valentía. Nosotros también servimos”.
En 96 años de historia de PDSA, Ajax es el 22do animal, primer español y sólo el segundo no británico, en recibir este galardón, que se entrega desde 2001 y cuyo equivalente entre los humanos es la Cruz del San Jorge del Reino Unido por actos de valentía civil.
PDSA también entrega otro conocido galardón a animales que trabajan en el campo militar.
“La medalla de oro premia el valor y la devoción al deber de Ajax”, explicó la directora general de PDSA, Jan McLoughlin, cuya organización dispone de 45 centros veterinarios en el Reino Unido para el cuidado de mascotas.
El 30 de julio de 2009, un coche bomba colocado por ETA asesinó a dos jóvenes guardias civiles en Mallorca. Las autoridades sospechaban que la organización había colocado una segunda bomba para cubrir la huida de sus activistas. Ajax y Alabarces, adscritos en aquel entonces al servicio de seguridad de la corona, se encontraban en Mallorca supervisando los preparativos para la inminente llegada del rey, que suele disfrutar de sus vacaciones estivales en Baleares.
La activación de los protocolos de seguridad condujo el entrenado olfato de Ajax a los bajos de un vehículo en las inmediaciones del lugar donde tuvo lugar el primer atentado.
Se trataba de una bomba con sensor de movimiento. El mínimo error podía costar la vida del perro y su instructor.
Pero Ajax no falló.
Su labor permitió a los artificieros de la Policía realizar una voladura controlada, que evitó nuevas víctimas mortales.
“El riesgo en estos casos está asumido”, comentó Alabarces. “Metí a mi perro con plena confianza. Lo hizo muy bien: se sentó, me marcó y yo lo premié”.
“Lo más probable es que ese automóvil cuando lo hubieran ido a retirar, hubiese estallado”, agregó.
Fue el mayor éxito de toda una vida de esfuerzo, por parte del animal y el instructor, que debe socializar y entrenar a diario con él. Ajax sirvió en la Guardia Civil entre 2004 y 2012. Primero lo hizo en los servicios de seguridad de la monarquía y después, en presidencia del gobierno.
Actualmente está retirado de la Policía debido a su edad avanzada —equivalente a unos 80 años entre los seres humanos — y según Alabarces vive una jubilación dorada en un centro especializado de Antequera, al sur del país.
“Han sido muchas horas, muchos viajes, muchos servicios. Más que con mi propia familia”, bromeó Alabarces. “Ahora el perro disfruta de todos los cuidados y seguro lo premian con el mejor pienso posible”. AP