Un tren suburbano de pasajeros que embistió este jueves a otro que estaba parado, con un saldo de tres muertos y 155 heridos, 30 km al oeste de Buenos Aires, no frenó pese a que pasó por tres señales que indicaban peligro, afirmó la empresa concesionaria de la línea ferroviaria en un comunicado.
“En los instantes previos al impacto, de acuerdo al análisis que surge del monitoreo satelital, la formación frenó normalmente en la estación Morón (la anterior al lugar del accidente). Posteriormente la formación chapa 1 (que colisionó) cruzó una primera señal a precaución (lo que determina que debe bajar la velocidad) y las siguientes tres señales a ‘peligro'”, indicó el comunicado, que aclara que en este caso debe detener su marcha.
La concesionaria UGO-SM insistió en que “de acuerdo al reglamento operativo, ante una señal de peligro el conductor debe detener completamente la formación, situación que no ocurrió”.
El motorman y su acompañante, que fueron trasladados heridos al hospital, “están incomunicados”, dijo el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
Las línea Sarmiento era operada por la concesionaria TBA (Trenes de Buenos Aires) de los hermanos Antonio, Roque y Sergio Cirigliano hasta febrero de 2012, cuando fueron encausados y les fue quitada la concesión tras un choque con 51 muertos y 700 heridos en la terminal de Once de la capital.
Desde entonces, se conformó la UGOSM con fuerte inversión estatal para un plan integral de reformas que está en plena ejecución, según la página oficial de las líneas ferroviarias.
El comunicado agregó que “la formación Chapa 1 (con pasajeros que colisonó contra otra que estaba vacía y frenada cerca de la estación Castelar) tuvo una intervención profunda recientemente”.
Según la UGOSM, el “sistema de señales funcionaba al momento del accidente”.
La empresa emitió el comunicado luego de que el delegado sindical daniel Ferrari afirmara que la formación siniestrada “se quedó sin frenos” y que “tenía problemas desde hacía seis meses”.
AFP