Un equipo de paleontólogos halló en el noroeste de Australia los restos fósiles de la musculatura vertebrada más antigua del planeta y descubrió que los peces prehistóricos tenían abdominales, informaron hoy medios académicos.
Se trata de los restos de un pez de 380 millones de años de antigüedad, que fueron descubiertos en la Formación Gogo, situada en la región australiana de Kimberley, según un comunicado de la Universidad Nacional Australiana.
Este hallazgo ha permitido observar y hacer el esquema de la musculatura de un pez prehistórico por primera vez en la historia, agregó el comunicado.
La jefe de la investigación, Kate Trinajstic, relató que una de las cosas más sorprendentes fue descubrir que los peces tenían abdominales.
Anteriormente se creía que “los músculos abdominales habían aparecido con cuando los primeros animales comenzaron a desplazarse en la Tierra, pero este hallazgo demuestra que la musculatura apareció en una etapa más temprana de la historia de la evolución”, dijo la experta de la australiana Universidad de Curtin.
Además este descubrimiento es de gran importancia porque hasta ha fecha no se había descubierto en los fósiles prehistóricos la presencia de tejidos blandos en buen estado de conservación, según el comunicado.
Los restos han revelado “la presencia de tejidos blandos, como células de los nervios y músculos, así como la de los embriones vertebrados más antiguos que se conocen hasta la fecha”, explicó Gavin Young, uno de los tres paleontólogos de la Universidad Nacional Australiana que participaron en el descubrimiento.
Además, el hallazgo ha permitido detectar la presencia de “un cordón umbilical en buen estado de conservación”, agregó Young.
Normalmente los fósiles se extraen a través de una técnica que incluye el uso de ácidos, pero al descubrir la presencia de fibras de músculos en los restos del pez Gogo, la coautora del estudio, Nicola Power, decidió desistir de esta técnica.
Los investigadores también utilizaron equipos especiales en Australia y Europa para identificar las fibras musculosas que estaban incrustadas en la roca, según el comunicado.
Otro de los investigadores, Tim Senden, experto de la facultad de Física e Ingeniería de la Universidad Nacional Australiana, expresó estar sorprendido por el proceso evolutivo de las especies.
“Aparte de la piel y el pelo, los animales ya tenían casi todo para finales del período Devónico”, comentó Senden.EFE