Cuarenta días han aguantado los responsables de la prestigiosa clínica Betty Ford a Lindsay Lohan. Ahora, la actriz deberá continuar con su rehabilitación en otro centro, porque allí ya no pueden con ella.
Lindsay Lohan parece ya un caso perdido. No hay manera de llevarla por el buen camino. Si recuerdan, hace escasas semanas comentábamos que la actriz había ingresado en la famosa clínica de rehabilitación Betty Ford y que se había llevado 270 conjuntos de ropa para sus 90 días de estancia. Pues bien, no le ha dado tiempo a lucirlos todos porque la han puesto de patitas en la calle.
Como lo leen, Lindsay ha sido expulsada a los 40 días de ingresar, porque, según la dirección del centro, es “una mala influencia para sus compañeros”. Y es que, al parecer, Lohan “se saltaba las terapias de grupo”, parte fundamental de la rehabilitación. Este hecho y su carácter absolutamente insoportable han llevado a los responsables del centro a tomar la decisión de nominarla y expulsarla.
Sin embargo, Lindsay no va a irse de rositas. Por orden judicial, la joven todavía tiene que cumplir 50 días en un centro de rehabilitación en Malibú. Los pobres ya se están haciendo cruces por lo que se les viene encima…
Como muchos recordarán, Lohan fue obligada a pasar por rehabilitación -de nuevo- para evitar su ingreso en la cárcel por incumplir su libertad condicional, después de mentir a la policía en un accidente de tráfico que sufrió en junio de 2012, en el que negó que ella fuese la conductora del vehículo.