La presencia de familiares de Hugo Chávez en cargos públicos en Venezuela responde a un intento de mantener vivo el “mito” del comandante a más de tres meses de su muerte y a un compromiso político que sin embargo difícilmente se traducirá en una candidatura a la presidencia, señalaron analistas y allegados del exmandatario.
La familia de Chávez ha aumentado su presencia en el círculo de poder en Venezuela, con su yerno Jorge Arreaza en la vicepresidencia, su hija mayor Rosa Virginia al frente de la Misión Milagro (programa social para atender males oculares) y su hermano menor Argenis en un alto cargo en el poder Judicial.
Su hermano mayor, Adán, ya ocupaba el cargo de gobernador del estado llanero Barinas (oeste), del que es oriunda la familia, y en el que sucedió al patriarca, el maestro de primaria Hugo de los Reyes Chávez.
Chávez convertido en mito
“Es para mantener el mito de Chávez vivo, su apellido, su imagen en un chavismo que carece de un liderazgo que (el actual presidente) Nicolás Maduro no ha sabido encarnar”, comenta Rafael Simón Jiménez, exdiputado que fue amigo de juventud de Chávez y que colaboró estrechamente con su gobierno desde la vicepresidencia en el parlamento hasta su distanciamiento, en 2002. Actualmente milita en el opositor partido Un Nuevo Tiempo.
“Son un clan muy unido” y al oficialismo “no le conviene una ruptura, por lo que prefiere mantener una cordialidad con la familia Chávez”, añade Jiménez.
Para el escritor Alberto Barrera Tyszka, coautor de la biografía ‘Hugo Chávez sin uniforme: una historia personal’, la presencia de los Chávez en el gobierno forma parte de una “construcción simbólica” en torno a la figura del expresidente, que ha sido utilizada por el Partido Socialista Unido de Venezuela para mantenerse en el poder.
Esto le “ha dado al país una rara sensación de monarquía. Pareciera que los Chávez tienen derecho a algo tan solo por ser herederos sanguíneos del fallecido expresidente”, añade Barrera Tyszka.
Vladimir Villegas, periodista que fue embajador y vicecanciller pero que se ha desmarcado del chavismo, encuentra natural que el gobierno de Maduro mantenga “ese vínculo por razones emocionales y políticas, porque además la imagen de Chávez es un referente auténtico del que es muy difícil desprenderse”.
Los Chávez, fuera del testamento político
A diferencia de otros gobiernos socialistas, como Cuba o Corea del Norte, donde la sucesión en el poder es un asunto familiar, Chávez nunca dio muestras de querer legar el poder a sus familiares pese a que sus hermanos ya contaban con una trayectoria política.
“Chávez jamás pensó en la posibilidad de que uno de sus familiares lo sucediera en el poder, de haberlo hecho lo hubiera preparado cuando le diagnosticaron el cáncer” en 2011, estima Jiménez.
Villegas coincide en que Chávez bien pudo haber proyectado a alguno de sus familiares “y el país, los chavistas, lo hubieran aceptado, pero no lo quiso hacer”.
La presencia de los Chávez en el poder, en especial sus hijas, es vista también como una cuestión circunstancial que difícilmente podría traducirse en mayores aspiraciones políticas.
Tanto Villegas como Jiménez estiman que sus hijas podrían aspirar máximo a una alcaldía o a una diputación, mientras que Barrera Tyszka describe como una “salida más telenovelera que política” la hipótesis de ver a alguno de los Chávez proyectado a la presidencia en una eventual crisis de liderazgo en el oficialismo.
En Jorge Arreaza, esposo de Rosa Virginia, Jiménez ve más una “figura circunstancial” sin la fuerza o el carisma para aspirar a la presidencia de Venezuela.
En la recta final de sus 14 años en el poder, Chávez, quien se casó dos veces y tuvo cuatro hijos, un varón y tres mujeres –la menor nació de su segundo matrimonio– hizo más pública su vida familiar, pero de manera discreta, particularmente luego de que le diagnosticaran el cáncer, que terminó con su vida el pasado 5 de marzo.
“La vida personal de Chávez formaba parte de su industria publicitaria. Los venezolanos conocían de la familia Chávez sólo lo que la estrategia promocional mostraba. Jamás, por ejemplo, se ha sabido nada de Hugo, su único hijo varón. Eso contrasta con la exposición mediática que ha tenido María Gabriela”, la segunda, comenta Barrera Tyska. AFP