Un norteamericano en Florida (EEUU) saltó de su bote para montar un tiburón ballena que rondaba cerca de ellos.
El joven saltó al animal de nueve metros de largo y sin algún tipo de pena o consciencia, tomó la aleta dorsal del animal y lo “cabalgó”.
Imagínense, subirse al lomo de un animal de esa longitud y de 22 toneladas de peso. Para la suerte del muchacho, este animal se alimenta de fitoplancton y en ocasiones de crustáceos.