Los fabricantes de zapato incorporan cada vez más esta tecnología en el proceso de creación de los diseños conceptuales que pisarán posteriormente la calle.
Es una de las profesiones más antiguas del mundo. A medida que el ser humano ha evolucionado, diversas formas de calzado han nacido aparejadas. Una industria tan tradicional como esta ha sabido adoptar las nuevas tecnologías para ser competitivos. Son cada vez más las empresas de calzado que incorporan a sus procesos de creación impresoras 3D, dada su rapidez y facilidad para elaborar los diseños conceptuales que, una vez aprobados y probados, andarán por el mercado.
Los fabricantes se sirven de esta nueva tecnología, que cada vez es más accesible para los consumidores por la reducción de los precios, para desarrollar las primeras muestras que sirvan para corregir y modificar los diseños. Hasta la fecha, el proceso de creación resultaba costoso y se alargaba en el tiempo. Las maquetas, creadas en arcilla, madera o diferentes tejidos, tardaban varias semanas hasta finalizarlas. Incluso, la impresión en 3D ha permitido que diseñadores como Earl Stewart lancen zapatos que bien podrían ser utilizados para el verano.
Con información de abc.es