Esta es la ministra más burlada del mundo

Esta es la ministra más burlada del mundo

Foto cortesía Semana.com

Julia Gillard es la primera mujer que asume en Australia el cargo de Primer Ministro. Desde 2010 esta mujer de 51 años asumió el puesto luego de que Kevin Rudd renunciara a su cargo, publica Semana.com

Su permanencia en el poder no ha sido fácil y día a día es víctima de críticas y de burlas muy pesadas por parte de opositores del gobierno y hasta miembros de su partido. Los comentarios e insultos que recibe Gillard la podrían hacer acreedora al título de la Ministra más insultada y “matoneada” del mundo en caso de que existiera dicha clasificación.

Y es que afirmarlo no es una exageración. En marzo, el partido liberal de Australia realizó una cena para recaudar fondos de cara a la campaña política que emprenderían en el país. En el sofisticado y elegante evento, el menú ofrecía como plato recomendado ‘codorniz a la Julia Gillard’, es decir, pechos pequeños, muslos grandes y un gran agujero de color rojo. La broma era bastante elaborada y la intención clara: acabar con la imagen de la Primer Ministra de Australia para convencer a los ciudadanos de no votar por ella.

Nunca se supo si ese fue el plato más solicitado, pero desde que la información se filtró a la prensa el hecho ha logrado centrar la precampaña electoral del país, que realizará comicios en septiembre de este año.

Mujer de hierro


Sin embargo, Gillard también ha demostrado que es un “hueso duro de roer” y que no se deja intimidar fácilmente por ese tipo de campaña sucia que lejos de centrarse en sus ideas y proyectos busca burlarse de su imagen y su vida personal.

Aunque pudo optar por erigirse como una triste víctima del machismo y simplemente mostrarse como una pobre mujer ofendida, decidió hacerle frente a la situación y sacar provecho del ataque sexista, por eso, públicamente, al mejor estilo de Ángela Merkel (la canciller alemana considerada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo), Gillard dijo: “Los pechos los tendrá pequeños, pero su visión política es extraordinaria”.

Inmediatamente la ministra llamó la atención del electorado femenino. “Como se podrán dar cuenta, si los liberales llegan al poder , las mujeres serán expulsadas del centro de la política de Australia”, afirmó.

Gillard que pertenece al Partido Laborista también dijo que si los conservadores llegaran al poder se daría un retroceso en la ley del aborto que fue ampliada en 2010 por su gobierno. En últimas, las elecciones en Australia se están convirtiendo literalmente en la guerra de los sexos, pues la misma ministra también se ha encargado de señalar la larga carrera misógina y homófoba de su rival más fuerte, el candidato Tony Abbott.

Siguen las burlas

Como respuesta a la batalla política de la mujer fuerte de Australia, más comentarios ofensivos salieron a flote. A Gillard se le puso en duda su capacidad de gestión, “una mujer soltera y sin hijos, ¿será que es capaz de tomar el control de un país?” le expresó un diputado conservador. Otros le han criticado que como líder del país ha llorado públicamente en dos ocasiones, la primera cuando recordó a las víctimas de las inundaciones más terribles del país en 50 años, y la segunda, cuando anunció el fin de las ayudas para las personas en situación de discapacidad.

La semana pasada incluso los periodistas se encargaron de “matonearla” pues le preguntaron si no le daba miedo que su novio fuera gay, ya que se desempeña como peluquero.

Las medidas de austeridad de su gobierno tampoco le han ayudado mucho y por eso en una visita a un colegio los ataques llegaron a tal punto que algunas madres le arrojaron emparedados.

Varias mujeres en el mundo ya han dado muestras de buenos gobiernos, entre ellas Michelle Bachelet, Ángela Merkel o la pionera Margaret Thatcher, pero Julia Gillard tendrá que hacer un gran esfuerzo por no derrumbarse ante tanto maltrato y demostrarle a su país que la pequeña codorniz de pechos pequeños puede volar muy alto.

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