La unidad de coquefacción retardada de la mayor refinería de Venezuela, Amuay, fue detenida tras una falla en una de sus bombas, dijo el jueves un representante del sindicato de trabajadores de la instalación, informa Reuters.
La detención de la planta, de 40.000 barriles por día (bpd) de capacidad, se suma a la parálisis desde mayo de la destiladora número dos de esa misma refinería.
El secretario del sindicato del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), que agrupa a las vecinas Amuay y Cardón en la costa occidental del país, Iván Freites, dijo que hace seis días se detectó una obstrucción en la bomba, lo que finalmente requirió la paralización de toda la planta.
Esta situación restringe la producción de butano, propano, coque, aceites y nafta, insumo para la gasolina de motor, aunque la unidad quedó en “recirculación” para evaluar su reinicio lo más pronto posible, agregó el sindicato.
La unidad de destilación número cinco de Amuay, de 185.000 bpd, reinició labores hace apenas dos meses tras ocho meses de inactividad por sufrir daños mayores en una severa explosión que afectó la refinería de 645.000 bpd, alterando el balance de exportaciones e importaciones de derivados la nación.
El CRP, el segundo mayor complejo refinador del mundo con 955.000 bpd de capacidad, ha sufrido frecuentes paradas no programadas e incidentes desde agosto del año pasado, cuando la explosión de una nube de olefinas dejó más de 40 fallecidos y severos daños de infraestructura en la instalación.
El país socio de la OPEP, cuyas exportaciones apalancan 9 de cada 10 dólares que circulan en la controlada economía venezolana, ha tenido que hacer significativas importaciones de combustibles y componentes para abastecer el mercado doméstico y cumplir con sus compromisos de exportación.