La Fiscalía venezolana informó que logró encarcelar a una ciudadana colombiana por su vinculación con el secuestro de un comerciante portugués, quien estuvo cautivo durante 11 meses en un escondite subterráneo ubicado en una zona rural, reseña Reuters.
La víctima del secuestro es Joao Dos Santos Correia, de 45 años, quien fue interceptado en una estación de gasolina de su propiedad en el estado Aragua el 16 de julio del 2012, y desde entonces había permanecido cautivo e incomunicado en un sótano improvisado con una pequeña cama, un retrete y luz artificial.
Las autoridades venezolanas lograron liberar con vida a Dos Santos el miércoles por la madrugada. En la vivienda donde estaba el búnker, al que se accedía a través de un estrecho agujero dentro de un clóset, detuvieron a Flor de María Ochoa, que era la encargada de vigilar al comerciante.
“Los plagiarios se comunicaron con los familiares de la víctima para solicitarles la cantidad de 6,5 millones de dólares a cambio de su liberación”, dijo el Ministerio Público en un comunicado.
Fotos Reuters
La Fiscalía está procesando a otros cuatro hombres acusados por el mismo caso y que fueron capturados en el estado de Táchira, limítrofe con Colombia.
La policía científica dijo que los captores pertenecían a una organización delictiva identificada como “Los Caliches del Centro”, conformada por ciudadanos venezolanos y colombianos.
“Hasta el sol de hoy es que veo la claridad otra vez, el sol, a la gente (…) Era un sótano como de 3 x 2 metros, con un bombillo, sin luz natural. No tenía nada, sólo un pequeño colchón de cartón”, dijo Dos Santos visiblemente emocionado a periodistas, tras su liberación.
Venezuela sufre uno de los más altos niveles de criminalidad de la región y el mundo. El presidente Nicolás Maduro, sucesor y heredero de Hugo Chávez, ha prometido que su gestión se enfocará en la seguridad y a combatir los rampantes índices de secuestro, asesinatos y robos a mano armada que azotan la nación.
El mes pasado Maduro ordenó a miles de militares tomar las calles de las principales ciudades para resguardar a los preocupados venezolanos como parte de un plan bautizado “Patria Segura”.