Un cohete ruso que transportaba tres satélites estalló en llamas durante un lanzamiento transmitido en vivo por televisión el martes y cayó a tierra, la más reciente de una serie de fallas del programa espacial comercial ruso.
La Agencia Espacial Rusa informó en un comunicado que el cohete Protón-M inesperadamente apagó el motor propulsor 17 segundos después de haber comenzado el vuelo y se estrelló a unos dos kilómetros (más de una milla) de la plataforma de lanzamiento en Baikonur, un cosmódromo que Rusia le renta a Kazajistán.
Las imágenes del canal de noticias Rossiya-24 mostraron al cohete inclinarse a un lado poco después del lanzamiento, desplomarse, estallar en fuego y chocar.
Autoridades rusas dijeron que no hubo bajas ni daños que se hubiesen reportado de inmediato. Mientras tanto, la agencia de noticias rusa Interfax citó declaraciones del ministro kazajo de emergencias, Vladimir Bozhkov, quien dijo que el combustible en llamas del cohete dejó una nube tóxica sobre la plataforma de lanzamiento. Sin embargo, agregó que las autoridades todavía tienen que determinar su potencial peligro al medio ambiente.
Otro cohete Protón-M se estrelló en Baikonur en agosto de 2012 y no pudo colocar en órbita dos satélites. Tras ese accidente el primer ministro ruso Dmitry Medvedev reprendió a funcionarios recordando que Rusia ha perdido 10 satélites en lanzamientos fallidos en apenas un año.
Funcionarios de la agencia espacial rusa culpan de los accidentes a los defectos de fábrica y errores de ingeniería, pero los analistas sostienen que el problema tiene su origen en el retroceso industrial postsoviético, que ha frenado la modernización de la industria espacial.
Medvedev dijo el martes haber dado instrucciones a Dmitry Rogozin, el hombre al frente de la industria y el espacio, para que diseñe un plan que endurezca los controles de la industria espacial y prevenga más accidentes de este tipo. AP