Hace unos días los pescadores de la presa Hurtado en Acatlán de Juárez, Jalisco, notaron que al embalse llegaba un líquido espeso y rojo oscuro. Luego vieron a decenas de peces que nadaban en la superficie con la boca abierta, publica BBC Mundo.
Eso ocurrió el jueves 25 de junio. El domingo siguiente la presa estaba cubierta con cientos de miles de peces muertos.
Hasta ahora se han sacado del agua unas 500 toneladas, pero el alcalde Emeterio Corona Vázquez cree que pueden ser más.
Fotos AFP
“La mortandad es total. Vamos a ver que todos los peces de la presa se van a morir”, explica a BBC Mundo.
Las autoridades creen que el derrame de melaza desde una empresa cercana que produce alimento para ganado puede ser la causa del accidente. La sustancia que se encontraba en su bodega fue arrastrada por las lluvias recientes, y al llegar a la presa se descompuso y consumió todo el oxígeno.
No se sabe el tamaño del derrame. La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) de Jalisco, dijo que encontró vacío un tanque con capacidad de 10.000 toneladas donde al parecer se encontraba la melaza.
La situación se agravó pues el embalse se encontraba sólo al 10% de su capacidad debido al estiaje que apenas concluye.
Es uno de los accidentes ecológicos más graves en los últimos años. Especialistas creen que la presa tardará por lo menos un año en recuperar la población acuícola, aunque eso dependerá del volumen de lluvias en el presente temporal.
Cerco sanitario
La presa Hurtado se encuentra a unos 40 kilómetros de Guadalajara, capital de Jalisco en el occidente de México.
Es un sitio tradicional de recreo al que cientos de personas visitan cada fin de semana para comer bagres, tilapias y carpas que se pescan en la presa.
De eso viven unas 380 personas, entre pescadores y dueños de restaurantes. Todos resultaron afectados por el derrame de melaza, reconoce el alcalde de Acatlán de Juárez.
La fábrica responsable del percance fue clausurada por el Ayuntamiento de Tlajomulco, donde se encuentra, pero no se ha informado el nombre de la empresa ni de su propietario. “Parece que es clandestina”, asegura Corona Vázquez.
Pero la clausura no termina con el problema pues hay riesgos a la salud de los vecinos. El gobierno de Jalisco estableció un cerco sanitario en la zona e inició una campaña para evitar que se consuman los peces de la presa Hurtado.
El Ayuntamiento de Acatlán hace lo que puede, le dice a BBC Mundo Víctor Zuru, regidor de Ecología del Cabildo.
“Vamos a tener problemas de salud. La gente soporta los olores fétidos y no tienen más que suero para aliviar lo que venga. Nosotros vamos a ver cómo los apoyamos”.
“Nada se hace”
De hecho en la zona donde se encuentra el embalse ya habían ocurrido accidentes similares, aunque no tan graves.
Hace seis años, por ejemplo, el equipo de Gómez Reyna encontró en una presa cercana una cantidad importante de peces muertos por la contaminación generada desde una procesadora de azúcar, conocidas en México como ingenios cañeros.
Reportaron el hecho al gobierno federal, que operaba la empresa, y sólo se suspendió el derrame de contaminantes. Fue todo.
“El problema es que nunca hay detenidos, no hay responsabilidad penal”, denuncia. “Hay ecocidios completos de cuerpos de agua y todo tan tranquilo. No se hace absolutamente nada”.
En el caso de la presa Hurtado la Secretaría de Medio Ambiente asegura que denunció a la empresa responsable del accidente ante la Procuraduría (fiscalía) General de la República.
También le exigió limpiar en cinco días la zona afectada, y presentar un programa de contingencia en caso de derrames. Un trámite que, legalmente, debió cumplirse desde que la empresa se instaló cerca de la Presa Hurtado.