La democracia es participación, consulta, diálogo y consenso. Sin esos elementos no hay democracia. Sin esas acciones no hay partidos políticos con esencia verdaderamente democrática. Cuando las organizaciones se apartan de esos principios, se convierten en franquicias.
Un Nuevo Tiempo se prepara para este domingo 14 de julio elegir a sus candidatos a concejales mediante unas primarias. Excelente decisión la de consultar a los dirigentes y afectos a nuestro partido, siempre y cuando de ese proceso salga fortalecida la unidad interna.
De nuevo UNT como parte de la Unidad Democrática es un ejemplo de consulta y participación. No designaremos a nuestros candidatos a dedo o por imposiciones, sino a través de una elección. Aspiro que esta jornada esté revestida de civismo y participación, pero además blindada para evitar cualquier cuestionamiento que la empañe.
Sin embargo, como casi todo en el país, la consulta interna no ha estado exenta de polémicas y acusaciones. Si somos objetivos esas diferencias son parte de la diversidad que es vital en una democracia. Sin pluralidad no puede funcionar un verdadero sistema de libertades.
Leo y escucho los planteamientos de dirigentes de UNT que hacen reclamos y denuncias. Todos deben ser escuchados. No hay ningún proceso electoral perfecto. Siempre habrá desacuerdos los cuales, insisto, son parte de la dinámica normal dentro de un partido político. Lo anormal es no abrir los canales de diálogo.
Lo trascendente es que de estas primarias emerja un partido fortalecido, unido y preparado para afrontar la verdadera batalla que será el 8-D contra el PSUV. Una lucha muy desigual, pero que debemos asumir con el compromiso que es un paso más en el rescate de la democracia.
Si esta consulta interna deja heridas, acudiremos a una campaña electoral con mayores desventajas. Cada candidato, dirigente y especialmente las autoridades de Un Nuevo Tiempo deben entender algo: con divisiones, odios, venganzas y exclusiones vamos rumbo al fracaso.
Aspiro que el lunes 15 los ganadores entiendan el enorme compromiso que tienen con la democracia. Y que los no ganadores se incorporen a una lucha que va más allá del interés de algunas personas o grupos. Se trata de Venezuela y del sistema de libertades que hemos disfrutado a pesar de todas sus fallas.
Unidos seremos capaces de mantener los espacios que tenemos, pero también fortalecidos en una sola causa lograremos rescatar municipios para la tolerancia, la paz y el trabajo conjunto sin sectarismo, porque respetándonos todos podemos lograr las soluciones a los problemas de los ciudadanos. Sin unión, sólo nos espera el fracaso y eso Venezuela no lo perdonará.
La batalla no sólo es por ganar de nuevo Maracaibo, sino también para rescatar algunos municipios, como San Francisco, buscando que sean espacios de la democracia, entre muchos otros. Tenemos excelentes candidatos y altísimas oportunidades de repetir la victoria del 14-A. El país nos reclama unidad.
Los zulianos aspiran que UNT, junto al resto de los partidos de la coalición democrática, enarbolemos la bandera de la unidad. Repito, sin unidad no habrá posibilidades. Vamos todos a la consulta interna con la conciencia de lo que está en juego.
Si somos capaces de salir fortalecidos, lograremos conectar emocionalmente con los electores y que estos acudan a votar el 8 de diciembre. Si los venezolanos que aman la democracia votan, no habrá maniobra que pueda torcer esa voluntad. No dilapidemos esta oportunidad de seguir avanzando contra el autoritarismo, la hegemonía y la exclusión.