Como presidente de la Federación de Centros de la Universidad del Zulia lideró una huelga de hambre hace poco más de dos años. Ahora como diputado a la Asamblea Nacional, Víctor Ruz no dudó en mostrar su apoyo a la lucha que desde hace un mes emprendieron los estudiantes para defender la autonomía universitaria, exigir un presupuesto justo y mejoras a las providencias.
El parlamentario participó este jueves en la marcha denominada “El Zulia apoya a la universidad”, en la que empleados, profesores, obreros, estudiantes y autoridades de la máxima casa de estudios de la región partieron desde la nueva sede rectoral como parte de las actividades enmarcadas en el SOS LUZ.
“Esta no es una lucha solo de la comunidad universitaria; la comunidad zuliana debe apoyarla ya que es un tema que afecta el futuro y la academia. No podemos permitir la ideologización y la imposición de una doctrina dentro de la institución, que debe ser un espacio para el debate y la pluralidad de ideas”.
Mantiene la expectativa sobre las mesas de trabajo que se instalarán en la capital del país con la presencia de los estudiantes y la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv). Sin embargo, no se confía ya que él también encabezó diálogos con el Gobierno en los que, a la postre, no se cumplió con lo acordado.
“Quiero dar un voto de confianza, no al Gobierno, sino al gran trabajo que han hecho los estudiantes que exponen sus vidas en una huelga de hambre. La meta es que el Ejecutivo reconozca la crisis que se vive en las universidades del país. Esta es una gran oportunidad para que el Ejecutivo voltee la mirada y no siga atacando la institución”.
Para el próximo 18 de julio anunciará una propuesta sobre la creación de un fondo con recursos de avance, para cubrir las necesidades y la emergencia de las distintas casas de estudio del país. “Todos los escenarios son lamentables, que los jóvenes se lancen a una huelga de hambre y se cosan los labios para exigir un reconocimiento por parte del Gobierno no tiene justificación. En todas las generaciones hemos tenido problemas con la asignación de recursos, y el hecho de no venderse a una ideología ha sido muestra de una mayor presión hacia las universidades”.