El caso de gran complejidad fue juzgado por un jurado integrado por siete mujeres y dos hombres y ha despertado gran interés en la sociedad española por las misteriosas circunstancias que lo rodearon.
Los niños desaparecieron el 8 de octubre de 2011 cuando paseaban por un parque de Córdoba (sur de España) con su padre, quien negó en el juicio haberlos matado y asegura que los perdió en ese lugar.
La madre de los niños, Ruth Ortiz, que se separó de Bretón alrededor de un mes antes de la desaparición de los niños, siempre ha mantenido que el los mató y en el juicio declaró que vivió “con un asesino en potencia”, al referirse a su exmarido.
Las investigaciones del caso se centraron en los huesos encontrados en los restos de una hoguera en la finca “Las Quemadillas” de la familia de Bretón, que inicialmente una perito declaró que eran de animales, pero posteriormente diversos expertos rectificaron y determinaron que eran humanos y de niños.
El caso ha despertado el interés en la opinión pública española y muchos se muestran sorprendidos de la frialdad con que el acusado testificó en el juicio y la rotundidad con que la madre de los niños afirma que están muertos. EFE