Hace unos años a la tenista rumana, Simona Halep, se le difilcutaba jugar bien debido al inmenso tamaño del busto natural que le regaló la naturaleza.
Hoy en día Simona Halep puede jugar bien, y es que ha ganado este domingo el Torneo de Budapest al vencer en la final a la austriaca Yvonne Meusburger en tres sets por 6-3, 6-7 (7/9) y 6-1.
Sin embargo, nos llama la atención que se sigue viendo muy chévere.
Así era antes: