La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), un evento organizado por la Iglesia Católica que congrega a los jóvenes de todo el mundo en torno a la figura del papa, deberá reunir en Río de Janeiro a cerca de dos millones de católicos del 23 al 28 de julio próximos.
La iniciativa fue lanzada en 1986 por Juan Pablo II, quien al inicio de su pontificado, en 1978, a 58 años, cuando estaba en plena forma física, invitó a los jóvenes de todo el mundo a incentivar su participación en la Iglesia, atribuyéndose así el apodo del “papa de los jóvenes”.
Hasta su muerte en 2005, enfermo y agotado, cultivó relaciones privilegiadas con las nuevas generaciones.
Cada dos años el acontecimiento asumió el formato de una reunión internacional, y jóvenes de todo el mundo se reúnen en la ciudad indicada por el papa para compartir su fe con la de los demás y meditar sobre el mensaje que elige para cada ocasión, en o que ha sido llamado el “Woodstock de los católicos”.
Después de la edición celebrada en Roma en 1986, le tocó el turno a Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (España, 1989), Czestochowa (Polonia, 1991), Denver (Estados Unidos, 1993), Manila (Filipina, 1995), París (Francia, 1997), Roma (Italia, 2000), Toronto (Canadá, 2002), Colonia (Alemania, 2005), Sydney (Sudáfrica, 2008) y Madrid (España, 2011).
Los jóvenes protagonistas de la fiesta de la fe en Brasil se reunirán este año bajo el lema “Id y haced discípulos a todos los pueblos”.
La presencia del primer papa latinoamericano en Brasil, su región, deberá contribuir a rejuvenecer y revitalizar el catolicismo, fuertemente desacreditado tras haber sido sacudido por varios escándalos en los últimos años.
Después de la muerte en el 2005 del carismático Juan Pablo II, que conectaba con éxito con los jóvenes, algunos católicos pensaron que el encuentro con la juventud perdería fuerza.
Pese a ello, las ediciones presididas p0r Benedicto XVI congregaron a miles de católicos pese a su estilo reservado y tímido.
Brasil cuenta con 123 millones de católicos sobre una población de 194 millones.
El papa concederá la indulgencia plenaria a los participantes a la JMJ. AFP