Venezuela vuelve a suspender el diálogo con Estados Unidos

Venezuela vuelve a suspender el diálogo con Estados Unidos

(Foto AFP)

El Gobierno venezolano volvió a dar por terminado el proceso de diálogo con Estados Unidos por segunda vez en menos de seis meses, tras unas declaraciones de la futura embajadora estadounidense en la ONU sobre la “represión” a la sociedad civil en la nación sudamericana.

El Gobierno venezolano anunció su decisión en un comunicado emitido esta madrugada, después de que el Departamento de Estado apoyara públicamente a su próxima embajadora en la ONU, Samantha Power, pese a que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, había pedido una rectificación.

La Cancillería venezolana indicó que, con el respaldo dado por el Departamento de Estado a “la agenda injerencista” de Power, “la República Bolivariana deVenezuela da por terminados los procesos iniciados en las conversaciones de Guatemala” entre el secretario de Estado, John Kerry, y el canciller venezolano, Elías Jaua.





Power se comprometió el miércoles durante su audiencia de confirmación del cargo ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado a “responder a la represión a la sociedad civil que se está produciendo en países como Cuba, Irán, Rusia y Venezuela”.

Maduro replicó el jueves calificando las declaraciones de “destempladas” e “injustas” y pidiendo al Gobierno estadounidense una “rectificación inmediata”.

Sin embargo, una portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, indicó el viernes que “Samantha Power es una candidata sobresaliente e increíblemente competente. La respaldamos completamente”.

“La República Bolivariana de Venezuela jamás aceptará injerencias de ningún tipo en sus asuntos internos”, indicó la Cancillería venezolana en su comunicado de respuesta.

La Cancillería señaló que, tal y como expresó Maduro, “construir una buena relación con el Gobierno de Estados Unidos, pasa por practicar el respeto mutuo y el reconocimiento absoluto y total de los principios de soberanía y autodeterminación”.

En ese sentido, “rechaza categóricamente” las declaraciones de Power y señala que sus opiniones han sido “avaladas y respaldadas” por el Departamento de Estado, “contradiciendo el tono y el contenido de lo expresado” por Kerry, en el encuentro que mantuvo con Jaua en Guatemala en junio pasado.

“Es inaceptable e infundada la preocupación expresada por el Gobierno de Estados Unidos”, indicó la Cancillería, subrayando que el Gobierno venezolano “ha demostrado ampliamente que posee un sólido sistema de garantías constitucionales para preservar la práctica y el respeto irrestricto a los Derechos Humanos”.

“En cambio, el mundo entero expresa constantemente su preocupación por prácticas represivas ejercidas por Estados Unidos”, continuó, al citar “la violación de los derechos humanos en la prisión ilegal de Guantánamo” y “las matanzas a civiles perpetradas por aviones no tripulados (drones)”.

Además, menciona “la lamentable persecución desatada” contra el extécnico de la CIA Edward Snowden, quien se encuentra en Moscú a la espera de recibir asilo político tras ser acusado por la Justicia estadounidense después de denunciar una trama de espionaje internacional por parte de Washington.

Venezuela, que ofreció también asilo al exagente de la CIA, considera a Snowden “víctima de la más feroz represión, por ejercer su derecho a disentir y denunciar prácticas del Gobierno de Estados Unidos que violan, entre otros, el derecho a la privacidad de todos las personas del mundo”.

Caracas y Washington iniciaron en Guatemala el camino para recuperar las relaciones bilaterales, que se encuentran desde 2010, cuando se quedaron sin embajadores, en uno de sus puntos más bajos.

La reunión de Jaua y Kerry llevó a ambos gobiernos a trazar un camino con vistas a abrir una agenda con varios puntos, entre ellos, la vuelta de los embajadores y la renovación de los acuerdos en varias áreas, incluida la energética.

Este diálogo vuelve a fracasar por segunda vez en menos de seis meses.

En marzo Venezuela cortó también de raíz otras conversaciones que se habían desarrollado en bajo perfil desde finales de 2012 también con el propósito de recuperar las relaciones.

El detonante en aquella ocasión fueron unos comentarios de la secretaria de Estado adjunta de EEUU para Latinoamérica, Roberta Jacobson, sobre la situación en el país y la necesidad de que los comicios que iban a tener lugar en abril debían seguir “los altos estándares democráticos del hemisferio”. EFE