Los vecinos del barrio La Chinita vieron cómo Douglas Polanco (28) se alejaba por la avenida 20C. Su camisa destilaba sangre. Un curioso lo detuvo para preguntarle qué había pasado y solo dijo que lo habían atracado. Se quitó la prenda ensangrentada y la tiró en plena vía pública. Luego se perdió entre los callejones de la barriada de la parroquia Cristo de Aranza, al sur de Maracaibo.
Polanco ocultaba una verdad. Presuntamente acababa de asesinar a su exnovia, Kathy Mildred Manzanillo (32), y a su exsuegra, María de Jesús Valero (58). En el proceso hirió a sobrino y nieto, respectivamente, de las occisas quien tiene 15 años. Al parecer a todos les disparó con un revólver calibre 38. El arma la botó en una cañada que atraviesa el sector.
Los vecinos, quienes escucharon las detonaciones, salieron para ver qué pasaba. En la calle se encontraron al hermano de Manzanillo, quien suplicaba ayuda para sus parientes. Unos conocidos se solidarizaron y en dos carros trasladaron hasta el Hospital General del Sur a los heridos.
La emergencia del centro asistencial estaba relativamente tranquila cuando llegaron los dos vehículos. La menor de las mujeres tenía un tiro en el pecho, mientras su madre presentó una herida de bala en las costillas izquierdas. Los médicos intentaron estabilizarlas, pero los proyectiles hicieron estragos en sus entrañas. Ambas murieron unos 10 minutos después de ingresar en la sala de urgencia.
El joven recibió dos tiros en la espalda. Al llegar al hospital lo subieron a cirugía. Los doctores no brindaron información acerca de su estado. Al cierre de esta edición aún vivía.
Intenciones claras
Habían pasado tres meses desde que Manzanillo y Polanco había terminado. Pero el hombre la buscaba insistentemente para que regresaran. Ayer, a las 6.40 de la tarde, luego de rondar la casa por varias horas tocó el portón. Uno de los hermanos de la joven lo recibió.
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