El Guri trabaja a 60% de su capacidad

El Guri trabaja a 60% de su capacidad

(Foto archivo)

La Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como represa del Guri, está diseñada para abastecer un consumo de 10.000 megavatios, pero por falta de mantenimiento opera a 60,95% de su capacidad instalada, equivalente a 6.095 MW, afirmó Alexander Arcía, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores Eléctricos.

Luis Carías Toscano/El Nacional

Desde hace dos años el mantenimiento de la central es inadecuado porque hay órdenes de no paralizar equipos dada la pequeña brecha entre oferta y demanda, dijo Arcía. “Eso ha causado que cada 700 horas se reporte una falla en el Guri, lo que implica detener maquinaria desde un par de horas hasta un mes”. Esto sigue ocurriendo a un día de culminar el Plan de los 100 Días del ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón.





En 2010 el Gobierno aprobó 1,4 millardos de dólares para repotenciar la maquinaria, sin embargo no se ha ejecutado ni una porción del monto. También se cancelaron 16 millones de bolívares a contratistas para efectuar las labores, pero no aparecieron. “Se compraron equipos submarinos porque se han desprendido bloques de concreto, y aún no hay reparaciones”, señaló el dirigente laboral.

Víctor Poleo, ex director del sector eléctrico del antiguo Ministerio de Energía y Minas, expuso que la represa opera por debajo de su capacidad porque hace tres años se sacrificó la transmisión a las empresas básicas de Guayana para liberar megavatios que se dirigirían al centro del país. No obstante, ha sido imposible porque las líneas están saturadas.

Las fallas se producen justo en el período en el que entra 60% del volumen de agua al Guri, de acuerdo con José Aguilar, experto energético. De hecho, en la página web de Corpoelec se informa que la cota está en 267,62 metros sobre el nivel del mar. “Si se direcciona hacia Guayana su nivel sería 5 metros inferior al actual y eso no sería óptimo”.

Además, Guri afronta una complicada situación de caja, dijo Pedro Pinto, ex director de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central de Venezuela, pues la mayoría de los repuestos son importados y últimamente el Gobierno no ha invertido, lo cual también incide en el mantenimiento.

 

Al borde. Caracas no tiene otro proveedor de energía, además de Tacoa, recordó Pinto, y las constantes precipitaciones han causado el colapso del sistema subterráneo de distribución eléctrica en la capital, instalado en la década de 1920.

Pinto explicó que al llover el agua se mezcla con desechos y se recarga el sistema subterráneo. “Este mecanismo es particular de la capital, pues el tendido eléctrico está en las regiones. Si no hay mantenimiento se inunda y eso representa una carga al sistema que no tiene un mantenimiento adecuado desde el año 2006”.

Poleo contrastó que más bien suman 13 años sin mantenimiento, porque desde que la extinta Electricidad de Caracas se vendió a AES Corporation, se dejó de hacer mantenimiento preventivo. “Los cables subterráneos tienen 50 años y ya necesitan reemplazo. Es sorprendente que las redes del casco no hayan colapsado”.