Los científicos están cada vez más seguros de que la actividad humana es la que causa el calentamiento global, según borradores de un importante informe de Naciones Unidas, pero les resulta difícil predecir su impacto en regiones específicas.
La incertidumbre es frustrante para los planificadores de los gobiernos.
El reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) es la principal guía para las naciones que están evaluando cambios de miles de millones de dólares para pasar de combustibles fósiles a renovables, para las regiones costeras que consideran erigir defensas contra el mar y también para quienes trabajan en el desarrollo de cosechas resistentes al calor.
Borradores vistos por Reuters del estudio elaborado por el panel de expertos de la ONU, cuya publicación está prevista para el próximo mes, dicen que es probable que hasta un 95 por ciento de las actividades humanas -principalmente la quema de combustibles fósiles- sean la principal causa del calentamiento desde la década de 1950.
Esa cifra representa un alza desde al menos el 90 por ciento en el último reporte del 2007, del 66 por ciento en el 2001 y de apenas por encima del 50 por ciento en 1995, resquebrajando constantemente los argumentos de una pequeña minoría de científicos de que las variaciones naturales en el clima serían las culpables.
Eso cambia el debate sobre el alcance del aumento de las temperaturas y los posibles impactos, desde manejables hasta catastróficos. Los gobiernos han acordado alcanzar un tratado internacional para fines del 2015 para frenar las emisiones de carbono.
“Estamos un poco más seguros de que el cambio climático (…) es en gran parte causado por el hombre”, dijo Reto Knutti, un profesor en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich. “Estamos menos seguros de lo que muchos esperarían sobre los impactos locales”, agregó.
Y evaluar cómo el calentamiento afectará a la naturaleza, desde cosechas a existencias marinas, también fue difícil ya que va más allá de la física. “No se puede escribir una ecuación para un árbol”, dijo Knutti.
El reporte, el primero de tres que serán divulgados en el 2013 y 2014, enfrentará un intenso escrutinio, en particular debido a que el panel admitió que hubo una equivocación en el estudio del 2007 al predecir erróneamente que todos los glaciares del Himalaya se iban a derretir para el 2035.
El nuevo estudio establecerá con mayor certeza que en el 2007 que las crecientes emisiones de gas invernadero creadas por el hombre ya han causado más olas de calor. Pero posiblemente minimice hallazgos tentativos del 2007, como que las actividades humanas han contribuido a generar más sequías.
Casi 200 gobiernos han acordado intentar limitar el calentamiento global a menos de 2 grados Celsius sobre la época preindustrial, visto como un umbral de peligrosos cambios como más sequías, extinción de especies, inundaciones y aumento del nivel del mar que podría hacer desaparecer regiones costeras e islas.
El reporte alertará sobre el alto riesgo de que las temperaturas globales aumenten este siglo en más de ese nivel, y dirá que la evidencia del aumento del nivel del mar es ahora “inequívoca”.
Por todo eso, los científicos dicen que es difícil señalar con exactitud los impactos locales en las próximas décadas de una manera que pueda ayudar a los planificadores.
El principal escenario en el borrador, usando modelos de computación más complejos que en el 2007 y tomando en cuenta más factores, muestra que las temperaturas podrían aumentar desde una fracción de 1 grado Celsius a casi 5 grados este siglo, un rango más amplio en ambos extremos de lo que se presentó en el anterior reporte.
Las temperaturas ya han aumentado un 0,8 grados Celsius desde la Revolución Industrial en el siglo XIX.
“En general, nuestro conocimiento se ha reforzado”, dijo Michael Oppenheimer, profesor de la Universidad de Princeton, señalando áreas como el aumento del nivel del mar.
El reporte del IPCC prevé que el mar aumentará en entre 29 y 82 centímetros para finales del siglo XXI, por sobre las estimaciones de 18 a 59 centímetros del último informe, que no contó con cambios en Antártica y Groenlandia. Reuters