Según varios medios británicos, tras trabajar tres días seguidos, Erhardt sufrió un ataque de epilepsia y se desplomó en la ducha de la residencia de estudiantes donde vivía.
La noticia ha suscitado muchos comentarios en los medios de la isla y en foros de internet sobre las condiciones de trabajo de los becarios de las entidades financieras de ese país. En declaraciones a la prensa, banqueros relatan cómo estos jóvenes acostumbran, de forma voluntaria con la intención de progresar en la empresa, a trabajar normalmente 14 horas al día o 100 e incluso 110 horas a la semana.