Se fugan 13 presos de cárcel argentina y renuncia jefe penitenciario

Se fugan 13 presos de cárcel argentina y renuncia jefe penitenciario

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Trece presos se fugaron por un boquete de una cárcel de máxima seguridad argentina, informó este martes el jefe del servicio penitenciario, Víctor Hortel, quien renunció luego de acusar de complicidad a subordinados suyos y suspender a 19 funcionarios.

“Surge claramente o al menos corresponde sospechar de complicidad interna de personal del servicio penitenciario” para la fuga que se produjo en el complejo carcelario ubicado en la localidad de Ezeiza, 30 km al sur, dijo Hortel en una rueda de prensa.

Los 13 presos fugados, entre ellos dos brasileños y un paraguayo, tienen condenas de más de 16 años de cárcel, según fuentes policiales citadas por la prensa local.





La fuga fue descubierta durante la requisa de la medianoche del lunes y tuvo “características cinematográficas”, dijo el funcionario, quien ordenó suspender a 18 agentes y al jefe del penal.

El complejo “es de máxima seguridad y no se podría haber llevado a cabo la fuga, sin complicidad interna y apoyo externo”, argumentó.

“Asumo la responsabilidad política que me cabe. Por eso he presentado mi renuncia indeclinable”, agregó Hortel, miembro de una agrupación política alineada con la presidenta Cristina Kirchner.

La huida “se produjo con un boquete en el suelo de la celda de 40 x 22 centímetros, un metro de profundidad y tres metros de longitud. Rompieron 30 centímetros de hormigón armado”, explicó.

Una vez fuera del túnel, los reclusos debieron “recorrer 30 metros hasta un primer alambrado perimetral y otros 40 metros pasando por otros tres alambrados y en cada uno de ellos debieron frenarse para cortar los alambres”, describió Hortel.

Un operativo como este “se realiza con al menos dos días de tareas y también son necesarias herramientas a las que los presos no acceden normalmente”.

“Han superado al sistema de seguridad en completo. Los celadores no cumplieron su tarea de verificar los lugares de alojamiento, ni los inspectores ni jefes lo supervisaron. El personal de requisa tampoco encontró las herramientas utilizadas”, explicó.

Soldados apostados (en el exterior) “en dos puestos a 50 metros, debieron haber visto movimientos y no lo hicieron. También fallaron los soldados que debían estar apostados en los techos”, añadió. AFP