Para una solución duradera, el sistema de depilación más aconsejable es el láser. Se trata del único método para acabar con el vello de forma definitiva y en pocas sesiones. En cada sesión de láser, solo los folículos pilosos activos son eliminados definitivamente, y por ello son necesarias varias sesiones para eliminar permanentemente el pelo de una zona. Cada persona necesita una serie concreta de sesiones, que dependerán del tipo de vello y de la zona a tratar. El pelo grueso y oscuro sobre la piel clara es el que resulta más fácil de eliminar.
Lo más aconsejable es espaciar las sesiones cada tres semanas. Hay que tener en cuenta que, después del tratamiento, no puede darle el sol a la piel, por lo que resulta más conveniente depilarse con este sistema en otoño o invierno.
Este tipo de depilación la ha de realizar siempre un profesional, que se encargará de marcar las pautas a seguir y hará un programa personalizado de cada tratamiento.
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