El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo hoy que una investigación internacional determinó que la explosión y el incendio registrados hace exactamente un año en una refinería del noroeste de Venezuela confirmó que se trató de un sabotaje, reseñó EFE.
“Fue producto de un sabotaje. Así de sencillo. Las pruebas se mostrarán en los próximos días”, señaló Maduro en una alocución televisada durante un recorrido por barriadas populares de Caracas.
El que se conoce como el peor accidente de la historia petrolera reciente venezolana, que dejó 42 muertos, 8 desaparecidos, más de un centenar de heridos y millonarios destrozos en casas y comercios cercanos, fue obra de “sectores desesperados” que así creyeron que ganarían las elecciones que se celebraron un mes después y que fueron ganadas por Hugo Chávez, añadió Maduro sobre su antecesor.
“Fue un sabotaje para hacerle daño a la patria” y así lo determinó “una investigación técnica de carácter internacional”, añadió el gobernante sin más precisiones, pero tras condenar a “la “derecha que no tiene escrúpulos”, según dijo.
La explosión y el posterior incendio en la refinería de la ciudad de Punto Fijo se debió, según las primeras hipótesis manejadas por el Gobierno, a una fuga de gas, aunque con posterioridad Maduro sugirió que podría tratarse de un sabotaje con fines políticos, lo que hoy dijo que se ha confirmado con ese informe del cual no dio detalles.
Dirigentes de la oposición mostraron esta semana otro informe en el cual una serie de expertos atribuyen el hecho a una “negligencia gerencial” derivada de la supuesta falta de inversión y mantenimiento, lo que ha sido negada por el Gobierno.
La refinería de Amuay es una de las refinerías más grandes del mundo, con una capacidad de refino de 645.000 barriles diarios, y cubre el 67 % de la demanda interna de combustibles.
El ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, ha rechazado desde el mismo momento del accidente que la falta de mantenimiento hubiera sido “de ninguna manera” la causa de la explosión, asegurando que la estatal PDVSA invirtió 6.000 millones de dólares en el mantenimiento de sus refinerías entre 2009 y 2012.
La agencia AFP destacó que una investigación internacional demostró que el estallido hace un año en la refinería de Amuay, la mayor de Venezuela y que dejó 42 muertos, fue un “sabotaje”, dijo este sábado el presidente Nicolás Maduro, que acusó a opositores de ser responsables del hecho.
“Se comprobó: fue un sabotaje de sectores desesperados porque creían que incendiando una refinería le ganaban las elecciones a (al fallecido expresidente Hugo) Chávez”, dijo Maduro este sábado en un acto público en las afueras de Caracas.
El mandatario se refirió al estallido, el 25 de agosto de 2012, de la refinería de Amuay, en el estado de Falcón (noroeste), que dejó 42 muertos y decenas de heridos.
“Las pruebas se mostrarán en los próximos días, son de una investigación técnica internacional que se dirigió (…). Esta derecha no tiene escrúpulos para hacerle daño a la patria”, añadió Maduro.
Las primeras versiones sobre el estallido hablaban de una fuga de gas que habría provocado el incendio y explosión de nueve tanques de combustible, cuya onda expansiva arrasó a viviendas, comercios y parte de la refinería.
A decir de Maduro, la oposición buscaba restar popularidad al entonces presidente Chávez con miras a la elección del 7 de octubre, que fue ganada por el mandatario, quien falleció de cáncer el pasado 5 de marzo.
En junio pasado, Maduro ya había acusado a la oposición en base a investigaciones de la fiscalía general, pero esta es la primera vez que cita pesquisas internacionales.
En los últimos meses se han registrado en refinerías e instalaciones de la petrolera estatal PDVSA distintos incidentes de este tipo, sin dejar mayores daños y algunos de los cuales han sido atribuidos a actos de sabotaje.
Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo en el mundo, tiene en el petróleo su principal fuente de ingresos.