Las personas que deseen una hamburguesa y papas fritas bien podrían toparse con unos empleados en huelga.
Organizadores dijeron que los empleados de restaurantes de comida rápida están listos para una huelga en decenas de ciudades en Estados Unidos el jueves, para presionar a cadenas como McDonald’s, Taco Bell y Wendy’s a que paguen mejores salarios.
Se prevé que será la movilización más grande a nivel nacional organizada por empleados de restaurantes de comida, de acuerdo con los organizadores. El mayor esfuerzo hasta ahora fue en el verano, cuando unos 2.200 de los millones de trabajadores de este sector en el país declararon un día de paro en siete ciudades.
La huelga planeada para el jueves sigue a una serie de paros que comenzaron en noviembre en la ciudad de Nueva York y que luego se extendieron a ciudades como Chicago, Detroit y Seattle. Los empleados piden un sueldo de 15 dólares por hora, que sería de 31.000 dólares anuales para empleados de tiempo completo. Esto es más del doble del salario mínimo federal de 7,25 dólares la hora, que es lo que la mayoría de los empleados de comida rápida gana.
La movilización ocurre mientras la Casa Blanca, algunos congresistas y economistas han pedido elevar el salario mínimo, que subió por última vez en 2009. Pero la mayoría de las propuestas buscan un incremento más modesto del que piden los empleados. El presidente Barack Obama desea que se incremente a 9 dólares la hora.
No está claro si la protesta del jueves hará cerrar a algún restaurante. Tampoco se sabe cuántos clientes están enterados de las movilizaciones.
Laila Jennings, de 29 años, comía en un McDonald’s en la ciudad de Nueva York y no sabía nada de la protesta. Aun así opina que los empleados deberían recibir una mejor paga. “Están todo el día trabajando”, dijo Jennings, agregando que de 12 a 15 dólares por hora le parecería justo.
Wendy’s Co. y Yum Brands, propietario de KFC, Pizza Hut y Taco Bell, no respondieron a una solicitud para opinar al respecto. AP