Desde hace unos años, algunos neurocientíficos andan embarcados en un proyecto fascinante y megalómano: trazar un mapa con todas las conexiones neuronales de nuestro cerebro. El reto es gigantesco, pues tenemos unas 86.000 millones de neuronas y un número de conexiones que supera lo imaginable. Aún así, varios equipos de todo el mundo trabajan en dibujar estas autopistas y han diseñado una herramienta nueva: el conectograma.
El conectograma es una representación esquemática de las conexiones cerebrales, en forma circular, en la que se representan las áreas de la corteza cerebral y se distinguen los dos hemisferios, el izquierdo y el derecho. Si miramos en la parte exterior del anillo encontramos el lóbulo frontal, el temporal, el parietal y otras estructuras importantes como el cerebelo.
Cada una de las áreas de la corteza representadas (hasta 83) tiene su propio color y de ellas parten, por el interior del círculo, una serie de líneas que indican qué estructuras están conectadas. En aquellas en las que el color es más opaco hay más conexiones y en aquellas en las que la línea es más fina, hay menos.
El sistema permite ver de un vistazo cuál es el esquema general de un cerebro y sus conexiones.