Un tribunal de El Cairo citó el sábado a varios altos responsables de seguridad del régimen de Hosni Mubarak para testificar a partir del 19 de octubre en las próximas sesiones del proceso en apelación del expresidente egipcio juzgado por “complicidad en asesinatos” de manifestantes durante la rebelión popular de 2011 que lo depuso. AFP
Estos altos responsables serán interrogados sobre la represión del levantamiento de enero y febrero de 2011, durante la que murieron 850 manifestantes, para conocer el papel que desempeñó el dictador.
La corte precisó que las audiencias durarán tres días — 19, 20 y 21 de octubre — y se celebrarán a puerta cerrada, a diferencia de las sesiones anteriores que fueron transmitidas en directo en la televisión estatal. Esta decisión fue adoptada porque se trata de testimonios que afectan a la “seguridad nacional”.
El líder caído en desgracia, actualmente en arresto domiciliario, compareció el sábado en esta séptima audiencia de apelación sentado en una silla de ruedas, tras las rejas de la celda reservada a los acusados, según las imágenes difundidas en directo por la televisión estatal.
Mubarak, que podría ser condenado a pena de muerte, compareció junto a sus dos hijos, acusados como él de “corrupción”, a su ministro del Interior, Habib el Adli, y a seis responsables de su régimen.
Al expresidente de 85 años y salud delicada se le concedió la libertad condicional en los cuatro casos que tiene abiertos, tres de ellos por corrupción y uno por estas muertes. El 22 de agosto abandonó la prisión y fue trasladado a un hospital militar de El Cairo.
Los expertos de las tres comisiones encargadas de dar su opinión sobre los casos de corrupción y de las armas utilizadas por las fuerzas de seguridad para reprimir las manifestaciones de principios de 2011 prestaron juramento este sábado.
Mubarak fue condenado en junio de 2012 en primera instancia a cadena perpetua por “complicidad” en el asesinato de manifestantes durante la revuelta de 2011. El expresidente apeló y el tribunal de casación ordenó un nuevo juicio.
Fuera del tribunal, unos 20 simpatizantes de Mubarak mostraban retratos del expresidente que dirigió durante tres décadas el país más poblado del mundo árabe. Algunos llevaban también imágenes del general Abdel Fatah al Sisi, nuevo hombre fuerte de Egipto y jefe del ejército.