Al menos 10 accidentes de tránsito se registran, al mes, en el desvío que está en el tramo cuatro de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho (GMA). Todo indica que los siniestros se producen por falta de señalización.
La semana pasada, René Wolfang, conductor de la empresa Caribeños de Oriente, vio cómo un vehículo que venía detrás de él se estrelló contra unos barriles pintados de amarillo y negro, uno de los pocos elementos que alertan del cruce improvisado.
“Me paré a auxiliar al chofer. Menos mal que no le sucedió nada al muchacho”, dijo. Wolfang. Comentó que casos como ese ha visto muchos a lo largo de estos ocho meses en esa parte de la vía nacional.
En un recorrido por la arteria se constató que hay una distribución desproporcionada de las señales. En dirección Barcelona-Píritu se ubican cuatro avisos que previenen del desvío, pero en sentido Píritu-Barcelona no hay ninguno.
El desvío está conformado por varios pipotes aurinegros rellenos de cemento y de ellos cuelgan unas cintas de color amarillo, los cuales no se ven al caer la noche y se convierten en un peligro para los conductores que no conocen bien la vía.
El año pasado cuando comenzó a utilizarse el desvío, la vía estaba llena de ojos de gato, que iluminaban una gran parte de la carretera, por lo que era casi imposible no percatarse de ello. Pero pocas semanas después se habían caído casi todos. Actualmente no existen.
Los trabajadores de la estación de servicio Las Isletas relatan que han visto estrellarse contra la barricada a infinidad de vehículos que se desplazan desde Píritu hacia Barcelona. En una oportunidad, la barrera desapareció porque todos los pipotes habían sido derribados.
A juicio del taxista Marcos Roa, en el desvío debería haber unas antorchas permanentes y un kilómetro antes del cruce habría que colocar avisos contadores que informen a qué distancia se hallan.
“Es muy peligroso, soy de Barcelona pero tengo clientes que he tenido que trasladar hacia la zona oeste y de verdad es una zona roja para aquellas personas que desconocen el desvío”.
Sin reportes
La sargento Berlinda Trujillo, jefa del comando de Tránsito Píritu, aseguró que esa oficina no tiene reportes de los siniestros de tránsito ocurridos en ese punto de la vía, porque los conductores no esperan la llegada de los funcionarios del organismo.
Hace aproximadamente 15 días, un contratista de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), preocupado por la falta de señales, donó seis nuevos barriles para rehacer la barrera. Los accidentes continúan.
Al parecer, esta situación ha llegado a oídos del gobernador Aristóbulo Istúriz, pues los habitantes de Píritu y Puerto Píritu se lo han manifestado durante sus últimas visitas en el marco del Gobierno de calle.
La empresa Locurcio estuvo al frente de los trabajos del tramo 4 de la autopista GMA hasta febrero de este año y era la responsable de la seguridad en esa parte de la vía. Durante cuatro meses la obra ha estado paralizada.