La violencia carcelaria vuelve a ser protagonista

La violencia carcelaria vuelve a ser protagonista

(Foto EFE)

La muerte de 16 presos en una cárcel venezolana a causa de una reyerta volvió  a poner sobre el tapete la crisis crónica que sufre el sistema penitenciario nacional y la situación de hacinamiento y violencia en muchos de los centros de reclusión del país.

Nélida Fernández/EFE

La ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, confirmó  la muerte de 16 presos, “producto de una guerra interna que había ahí”, en la cárcel de Sabaneta, en el estado Zulia (oeste) y donde, según la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), ya se habían producido 53 muertes entre enero y agosto.





Varela señaló que las muertes se registraron en la tarde del lunes pero descartó que la reyerta se hubiera producido entre “pranes” o “líderes negativos” para tomar el control de la cárcel, como habían afirmado medios locales y activistas.

“Ahí murieron 15 personas. Hay una persona, la número 16 que también falleció pero en otra área no involucrada en la guerra interna que había ahí en ese momento, pero también producto de la violencia”, indicó Varela, la única ministra que ha tenido la cartera de prisiones, creada en 2011 para atender la crisis en el sector.

Esta es la peor tragedia carcelaria en lo que va de año en el país después de la ocurrida en enero en el penal de Uribana (oeste) tras una requisa que generó un enfrentamiento que dejó 58 muertos y más de un centenar de heridos.

La ministra indicó que en las próximas horas viajará al estado de Zulia, fronterizo con Colombia, para anunciar desde allí al país “la decisión que ha de tomarse producto de esos hechos de violencia interna”.

Según medios locales, la zona cercana a la cárcel se encuentra bajo custodia de la Policía y la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada) y los accesos al recinto fueron cerrados y las visitas suspendidas.

El director del OVP, Humberto Prado, dijo a Efe que la muerte hace unas semanas del “pran” o líder carcelario conocido como “El mocho Edwin”, muerto a manos de las autoridades cuando salió del penal a tomar licor en un bar sería el hecho que activó la guerra entre otros presos por hacerse con el control del penal.

El activista también comentó que en Sabaneta, en diferentes eventos violentos, ya han fallecido 53 internos en lo que va de año y con estos nuevos decesos ya son 69 los muertos en ese penal.

“Con este número de muertos Sabaneta se ubica en el primer lugar de los penales más violentos de Venezuela y uno de los más peligrosos de América Latina”, aseveró Prado.

Las noticias acerca de estos decesos, dice Prado, no siempre se conocen a nivel nacional. Sin embargo, el 22 de agosto pasado el secretario de Seguridad y Orden Público del estado Zulia, Jairo Ramírez, informó de la muerte de al menos seis presos en una reyerta Sabaneta, después de un tiroteo que duró más de diez horas.

Prado consideró al nuevo incidente como una prueba de que la mayoría de los centros penitenciarios del país permanece bajo control de una parte de la población interna y no de las autoridades, que, reclamó, pudieron prevenir el suceso al observar el ambiente que se creó tras la muerte del líder negativo.

“Sin temor a equivocarme puedo decir que el 80 % de los penales venezolanos está controlado por los grupos armados”, apuntó el activista.

Sabaneta, escenario de la peor tragedia en la historia carcelaria del país, ocurrida en 1994, cuando murieron más de cien reos quemados, es hoy un centro de reclusión en el que, según Prado, viven hacinados 3.700 presos, en un espacio diseñado para 700.

Varela dijo el lunes, antes de que se supiera de la reyerta, que “armas y líderes en las cárceles siempre han existido” y apuntó que “antes no se llamaban pranes, se llamaban caciques.

Según la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), en los primeros seis meses del año 289 reos perdieron la vida en las cárceles del país, que albergan a 52.933 reclusos pese a contar con capacidad para apenas 16.539. EFE