El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, resignado a perder su escaño en el Senado tras la condena definitiva a la cárcel por fraude fiscal, se refugia en su papel de gran “indignado” llamando a los italianos a rebelarse contra la justicia y la izquierda para seguir condicionando el futuro político de Italia. AFP
En un video enviado el miércoles en la noche a las principales redacciones del país, el magnate de las comunicaciones, que pasó los meses de verano encerrado en su mansión milanesa estudiando una estrategia para evitar su muerte política ante su probable expulsión en octubre del Parlamento, lanzó un nuevo movimiento para salvarse y resucitó a Forza Italia, el partido con el que entró en el ruedo político hace 20 años.
“Estaré siempre con vosotros, expulsado o no”, aseguró en la grabación, una suerte de desahogo ante los italianos, en la que volvió a atacar a sus eternos enemigos y curiosamente no llegó a amenazar con la temida caída del gobierno de coalición entre la derecha y la izquierda, liderado por el moderado Enrico Letta, del Partido Democrático (izquierda).
“No voy a dejar que el gobierno sea un balón de boxeo”, comentó por su parte Letta, quien defendió a la magistratura y a las leyes.
“No hay persecución en Italia”, respondió indirectamente a Berlusconi, quien inició una nueva campaña política, cuya primera salida fue la inauguración este jueves en Roma de la sede central de Forza Italia.
“A todos los italianos honestos y de buen corazón les digo: reaccionad, protestad, haceros oír. Tenéis el deber de hacer algo fuerte, grande, para salir de la situación en la que hemos caído”, clamó con el rostro estirado, sin jamás reconocer que gobernó 12 de los últimos 19 años.
“En esta Italia no nos sentimos seguros. La ley no es igual para todos, los jueces son imparciales”, volvió a arremeter.
El llamado a la rebelión del magnate, que está entre los empresarios más ricos de Italia, cayó como una ducha de agua fría entre los sindicatos y asociaciones de desempleados.
“Los que tienen que rebelarse son los desempleados, los jóvenes, los obreros y los pensionados por las medidas tomadas durante los gobiernos de Berlusconi, que llevaron al país al borde del precipicio”, comentó el exsindicalista Guglielmo Epifani, actual secretario del PD.
“Il Cavalliere mermado”, como ha sido calificado por el diario La Repubblica, es según el editorialista del Corriere della Sera, PierLuigi Battista, un líder “atrincherado”, muy distinto al mediático empresario que sorprendió a Italia en 1993 con su simpatía y sus irreverentes discursos anticomunistas.
La estrategia de Berlusconi, que está a punto de cumplir 77 años, corre el riesgo de frenar la política italiana y la renovación de la derecha, según los editorialistas.
“Congela el país en un gigantesco frigorífico”, escribió Claudio Tito en el diario La Repubblica.