Víctor Vielma Molina: La revolución se sabotea a sí misma

Víctor Vielma Molina: La revolución se sabotea a sí misma

El discurso de la cúpula roja, además de ser jactancioso y petulante, se refugia en la ocultación de la verdad y en la evasión de responsabilidades. Como candidatos, manifestaron que conocían el oficio de gobernar; por consiguiente, como gobernantes deberían demostrar su eficacia y eficiencia con hechos. Entonces, ¿cómo es que, constantemente, presentan la excusa de que: “la escasez de artículos de primera necesidad y la caída de los servicios públicos, se debe a que se incrementó el consumo o que es producto del crecimiento poblacional”? Pero cuando se ven “con el agua al cuello”, o se acercan elecciones,  como en el caso de las municipales de este 8D, sin reparo, señalan a la oposición de saboteadora y a los empresarios e industriales, de la escasez de productos de primera necesidad.

Pareciera ser, que estos revolucionarios, desconocen que la administración  política tiene que ir más allá del desarrollo, de las exigencias y del crecimiento poblacional del país o de cualquier contingencia. Su desconocimiento en políticas de previsión y de las variaciones estadísticas en las áreas sociales y económicas, no sólo los colocan en evidencia; además, los hace culpables de la actual crisis.  Los grandes saboteadores de su revolución, han sido su propia incompetencia y errores políticos. ¿Acaso no expropiaron, invadieron y quebraron a importantes empresas productoras de alimentos, vaciaron las reservas monetarias internacionales, propiciaron la fuga de capitales, sextuplicaron la deuda total del país, devaluaron al bolívar, debilitaron la economía que favorece al contrabando de extracción, aumentaron la importación de productos y servicios en detrimento de los productores nacionales, ampararon la corrupción, abandonaron el mantenimiento de las empresas básicas productoras y prestadoras de servicios públicos del Estado?

Ahora, montados sobre su fracaso, en lugar de exigirse a sí mismos; empiezan por sacrificar al pueblo. Y para evadir sus responsabilidades, buscan culpables y excusas, amenazan y tratan de desacreditar a la oposición con el fin de intimidarla, acusándola de una supuesta “propaganda de guerra”. Lo peor, la cúpula roja en medio de la crisis, para magnificar sus adefesios, monta costosísimas movilizaciones y actos públicos, empleando la más descomunal y excesiva propaganda política, para desinformar y ocultar su fracaso. “Cosas veredes, Sancho”.





Víctor Vielma Molina / Educador/ victormvielmam@gmail.com