No importa que no lo nombre o que lo borre de su discurso. Menos interesa que prometa cosas que nunca han hecho. No influye que huya del rojo y hasta del símbolo del PSUV. En Maracaibo no se podrá mimetizar. Todos saben que él es el candidato de Nicolás Maduro. Que es el candidato del Gobierno desastroso que padece Venezuela.
El importado, forastero o paracaidista, como le dicen las bases chavistas, que fue ungido con una inmerecida candidatura a la Alcaldía de Maracaibo es corresponsable de la crisis que vive el país. El no puede sacudirse su responsabilidad. No puede negar que lo favoreció el dedo de Maduro.
Cuando aterrizó en Maracaibo, luego de hacer toda su vida en Caracas, cometió el error de admitir que Maduro le había encomendado la misión de ganar la Alcaldía de Maracaibo ¡Craso error! Luego de ese terrible día, poco menciona a su protector, padrino y mecenas.
Pero resulta que todos en Maracaibo saben, incluyendo a los rojos, que ante sus pocos méritos para ser candidato a la segunda Alcaldía en importancia del país, tuvo que cobijarse debajo del manto “protector”, si es que se puede llamar así, de Nicolás Maduro.
Esa “protección” lo convierte indefectiblemente en el candidato de Maduro, con todos los males que eso implica en cualquier parte del país y sobre todo en Maracaibo que es una de las ciudades más castigadas por el pésimo Gobierno nacional actual. Ni que se ponga el traje de oveja más real, podrá escabullirse de esa realidad.
El importado es el candidato de la severa escasez de alimentos que es causada por una reducción significativa de la producción nacional y que es la consecuencia de muchos años de políticas económicas erradas que han quebrado el aparato productivo nacional.
Por eso el candidato de Maduro es corresponsable que los ciudadanos tengan que pasar largas colas o hacer interminables tour por los supermercados en busca de los productos de la cesta básica ¿Lo han escuchado hablar de la escasez? Por algo no lo hace.
Es el apadrinado de aquel que mantiene a oscuras a buena parte del país, que ha protegido el despilfarro del dinero destinado a las inversiones en el sector eléctrico y que le echa la culpa a las iguanas o al imperio por el racionamiento ¿Han escuchado al candidato de Maduro hablar de la crisis eléctrica? Para nada se mete en ese tema.
El ahijado de Maduro tampoco habla de la inseguridad que golpea a los zulianos. Y mucho menos critica la oferta engañosa que vendió el actual Gobernador sobre la seguridad. Calla que han pasado casi 10 meses de la tenebrosa gestión y los índices delictivos se elevan cada día ¿Habla el aspirante sobre la inseguridad? Pero ni cerca dice algo sobre el asunto.
Sobre lo que si habla es del manejo de la basura, pero con la mentira por delante al no reconocer que el Gobierno regional conspira contra el servicio y que no hace nada para evitar que algunos irresponsables incendien el relleno. Tampoco dice que en San Francisco, Libertador y muchos municipios manejados por el Chavismo el problema quizás es más grave.
Promete recursos y más recursos para Maracaibo, cuando Maduro le ha negado sistemáticamente a Maracaibo un presupuesto justo y la cancelación de las regalías petroleras retenidas por PDVSA y que no le hacen daño a Eveling, sino a todos los marabinos. Al igual que su maestro, es un mentiroso compulsivo.
El 8-D será una dura evaluación al Gobierno de Maduro y sus candidatos, porque el pueblo recordará el desastre de la infraestructura, la escasez de alimentos, la inseguridad, la crisis en la salud, las escuelas que se caen, los apagones y sobre todo la pérdida del poder adquisitivo. El es el candidato de Maduro y Maracaibo lo sabe.