La tormenta tropical Karen se dirigía el viernes hacia las costas del Golfo de México en Estados Unidos, donde las autoridades advierten de inundaciones y fuertes lluvias en varios estados, incluidos Luisiana y Florida.
Mientras el fenómeno se encontraba a 405 km al sur-suroeste de la desembocadura del rio Mississippi, las autoridades pidieron a los residentes de los estados potencialmente afectados que se preparen abasteciéndose de agua, alimentos no perecederos y tomen las medidas de rutina.
Karen tuvo un ligero debilitamiento en las últimas horas, con vientos máximos sostenidos de 85 km/h mientras de desplazaba hacia el norte-noroeste a 17 km/h, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) con sede en Miami, en su informe de las 15h00 GMT.
El gobernador de Florida Rick Scott empezó por declarar el estado de emergencia en 18 condados para el eventual suministro de recursos en caso de que ocurra un desastre, y a pesar de la paralización parcial del gobierno federal.
“Nuestra prioridad número uno es la seguridad de nuestros ciudadanos”, dijo en un comunicado.
Una vigilancia de huracán que podría levantarse el viernes en la tarde se emitió desde la localidad de Grand Isle, en Luisiana, hasta el oeste de Destin, Florida, precisó el NHC.
Mientras tanto sigue vigente una vigilancia de tormenta tropical para una amplia zona que incluye el área metropolitana de Nueva Orleans, devastada por el huracán Katrina en 2005.
El centro de Karen podría pasar cerca de la costa central del golfo el sábado en la noche.
Karen puede ser el primer ciclón con nombre en golpear a Estados Unidos en esta temporada de huracanes en el Atlántico.
“Se espera poco cambio en la fuerza del fenómeno durante el próximo día o cierto fortalecimiento el sábado y sábado en la noche”, apuntó el NHC.
Para el domingo en la noche Karen podría causar lluvias torrenciales e inundaciones tanto en áreas aisladas como en las costas del este y centro del Golfo.
El jueves el presidente Barack Obama fue informado sobre las preparaciones para un desastre y su administración llamó a trabajadores de emergencia que se encontraban en vacaciones obligadas debido a la paralización parcial del gobierno por el bloqueo del prespuesto en el Congreso.
El gobernador de Florida aseguró a su población que la paralización gubernamental no impactaría en la preparación y los potenciales esfuerzos para asistir las zonas afectadas.
“No vamos a dejar que el cierre en Washington afecte en ninguna medida nuestros esfuerzos para una respuesta de emergencia en Florida”, dijo Scott, miembro del partido Republicano.
AFP