Aviones militares sirios bombardearon el martes posiciones rebeldes cerca de una estratégica ciudad en el norte, dijeron activistas, al tiempo que inspectores internacionales recorrieron sitios de producción y almacenamiento del arsenal químico del país.
Los rebeldes capturaron Maaret al-Numan hace un año, tras tomar sistemáticamente puestos del ejército en la ciudad, junto a una importante ruta de abastecimientos que conecta a Damasco con la región de Idlib y la mayor ciudad de Siria, Alepo.
Los combates han estallado recientemente en el área, en momentos en que fuerzas del gobierno y combatientes opositores siguen trabados en una sangrienta batalla cuadra a cuadra por Alepo, desde que los rebeldes lanzaron su asalto a la ciudad hace 15 meses.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, basado en Gran Bretaña, dijo que aviones de combate del régimen atacaron dos veces el martes posiciones rebeldes cerca de la ciudad, y que estallaron fuertes combates junto a una base del ejército. El grupo dijo que hubo bajas en los enfrentamientos, pero no dio detalles.
Video grabado por The Associated Press muestra a un grupo de 45 combatientes jóvenes de la oposición lanzando un ataque sorpresa contra la base militar, y a otros desplegando cañones y morteros improvisados. Algunos disparan armas antiaéreas contra helicópteros del gobierno.
El ejército sirio respondió con ataques aéreos y cañoneos para bloquear el avance rebelde, matando al menos a uno de los combatientes, le dijeron milicianos opositores a la AP.
La batalla por la base es parte de una campaña más amplia por el control del norte de Siria, donde la oposición ocupa vastas partes del territorio arrebatadas a las tropas del régimen del presidente Bashar Assad.
“Estamos listos para proseguir nuestra operación militar, con el objetivo de eliminar los retenes del enemigo y la presencia del ejército en el área de Wadi Deif y en la base”, dijo uno de los combatientes rebeldes antes de ir a batalla. “Dios es grande y nos protege”.
La mayoría de las áreas rurales del norte están en poder de las fuerzas anti Assad, mientras que el gobierno retiene control en bases militares aisladas y en el centro de ciudades importantes.
En La Haya, el jefe de la Organización para La Prohibición de Armas Químicas (OPCW) le informó el martes a los estados miembros sobre los progresos de la importante misión para eliminar el arsenal químico de Siria.
Ahmet Uzumcu habló con el Consejo Ejecutivo al inicio de una reunión de cuatro días en La Haya mientras los inspectores continúan su misión en Siria para verificar y destruir las 1.000 toneladas de armas químicas del país, inmerso en una guerra civil de más de dos años.
En Siria, equipos de inspectores de armas fueron vistos cuando salían de su hotel en varios vehículos de la ONU el martes. No estaba claro a dónde se dirigían ni cuál sería la tarea del día.
El domingo, y por primera vez desde que comenzó la misión la semana pasada, personal sirio trabajando bajo supervisión de expertos de la OPCW comenzaron a destruir el arsenal químico del país y el equipo para producirlo.
La misión surge luego del mortífero ataque del 21 de agosto contra suburbios en manos rebeldes en las afueras de Damasco, en el que se utilizó el gas nervioso sarín. Centenares de personas murieron, incluyendo niños. Estados Unidos y sus aliados occidentales acusan al régimen de Assad, mientras que Damasco culpa a los rebeldes. AP