“El compañero Nicolás Maduro solo presentará la propuesta de Ley Habilitante ante la Asamblea Nacional, luego en otra sesión será discutida”, aclaró desde media tarde de este martes el presidente de la AN, Diosdado Cabello, con lo cual dio al traste con las especulaciones acerca de que en la sesión de ayer sería aprobada, al menos en primera discusión, el instrumento que le dará poderes especiales al mandatario, para legislar vía decreto.
Con este anuncio, Cabello también reveló que no hay “diputado 99”, por ahora, porque, de existir, ayer mismo habrían solicitado la urgencia reglamentaria para, con tres quintas partes de los integrantes del Parlamento, habilitar al Jefe del Estado.
El Psuv tiene dos vías para llegar a esta cantidad de votos: Mediante la defenestración de María Aranguren, para incorporar a su suplente, Carlos Flores, o lograr que haya otro salto de talanquera, de parte de la oposición. El oficialismo se ha ufanado de que sí tienen esos brazos dispuestos a votar por la Habilitante, pero, al parecer, se les está haciendo cuesta arriba.
Casi cuatro horas de espera
A veinte para las seis de la tarde de este martes 8 de octubre, el presidente Nicolás Maduro, acompañado por su esposa Cilia Flores y el diputado Diosdado Cabello, máxima autoridad de la Asamblea Nacional (AN), pisaron las instalaciones del Parlamento. Casi cuatro horas de atraso fue lo que marcó esta sesión especial, donde el mandatario presentó la solicitud formal para que la AN le otorgue poderes especiales, a través de una Ley Habilitante.
En los jardines del palacio y en los alrededores, decenas de seguidores del Gobierno esperaban desde el medio día, pero sin mucho entusiasmo, sobre todo, comparado con los eventos donde asistía el fallecido Hugo Chávez, por quien había que pasar hasta por 5 anillos de seguridad. De hecho, salvo el registro de rigor en las entradas del Parlamento, no hubo mucho revuelo con la llegada del Jefe de Estado.
En el hemiciclo de sesiones esperaban los diputados oficialistas y de oposición, además de los ministros, varios gobernadores de estado y las cabezas de los poderes públicos, sumados a los invitados especiales que fueron ubicados en el palco que antes era de prensa.
Por cierto, los periodistas fueron ubicados en la usual sala, donde también tuvieron su dosis de espera.
A 10 para las seis, Maduro y compañía descendieron por la escalinata del palacio y estalló la algarabía de un grupo de niños que habían llegado temprano. Los chiquillos, con disfraces de colores, interpretaron una canción cuya letra se entendía poco, por la mala calidad del sonido. “!Que vivan los niños, que viva Venezuela y que viva Maduro!”, gritaron los pequeños. Después, los infantes rodearon al mandatario y a su esposa y luego los dejaron ir, con el grito:
!”Maduro, Maduro”!.
A las 5:55 minutos de la tarde, Maduro ingresó al hemiciclo y fue recibido con aplausos, mientras que al fondo sonaba el “Patria, patria, patria querida”, que interpretó Chávez aquel 8 de diciembre de 2012, la última vez que se le vio con vida.
Posteriormente, tres cuartas partes de los presentes en el recinto se desataron en aplausos y gritos, pues el otro cuarto, compuesto por los diputados de la oposición, se quedó quieto, sentado y en silencio. A las 6 en punto de la tarde, Diosdado Cabello daba la bienvenida al Presidente, a los miembros de los poderes, alto mando militar y a los invitados especiales.
Luego de instalada la sesión, Cabello destacó que la petición estaba hecha sobre la base de la letra de la Constitución “que hemos defendido siempre, no desde hace una semana, de manera circunstancial”.
También aclaró que “Maduro es el presidente legítimo, elegido con una mayoría clara y transparente”. Fustigó a la oposición y dijo que si no apoyan la Habilitante, “son cómplices de la corrupción”. Dijo que había “partidos políticos que nacieron gracias a la corrupción”, mientras las cámaras de ANtv enfocaban a la bancada de la MUD.
Aclaró que en esta sesión no sería discutida la Ley Habilitante, sino que solamente escucharían al Jefe del Estado. “Luego la aprobaremos”, dijo. Afirmó que el instrumento “será aprobado, Dios mediante”, con la ayuda del “diputado 99 que está por allá”, y señaló al frente.
Cuando Maduro comenzó su discurso, comenzó la cadena nacional. No hubo alboroto en los jardines, ni fuera del palacio. Quienes se quedaron, miraban de vez en cuando las pantallas gigantes que mostraban la figura de Maduro, con la banda tricolor que le atravesaba el pecho.
Janet Yucra