Los ciclistas ganan espacio en un país marcado por el uso de automóviles y rico en petróleo.
Pablo Hernández /RNW
“Mejor para la salud, mejor para el ambiente, más rápida que un carro y además nos une como ciudadanos”, así lo afirma Vanesa Godoy, una de las ciclistas que domingo a domingo disfruta este proyecto en una Venezuela que va pedaleando poco a poco.
Las ciclovías llegaron a Venezuela en el año 2004. La municipalidad de Chacao había realizado la demarcación en 14 kilómetros. Sin embargo, el proyecto no trascendió debido a que no se tuvieron en cuenta la realización de carriles especiales. Finalmente, la línea azul que demarcaba la vía ciclista se borró y con ello desapareció esta primera iniciativa.
En 2007 se presentó el proyecto “Promoción de un Sistema Ambientalmente Sostenible en la Ciudad de Valencia”, patrocinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PNUD- GEF). Sin embargo, tampoco tuvo mayor éxito.
A pesar de esto, los amantes de los pedales emprendieron una lucha durante los siguientes años que finalmente parece haber dado resultados. “Ha sido una batalla con el gobierno en todos sus niveles, el problema es que los políticos venezolanos sólo piensan en votos y por lo tanto toman decisiones populistas, sin tomar en cuenta lo que realmente ayudaría a la ciudad, y a sus ciudadanos”, afirma Luis Terán, ciclista veterano de 62 años.
Bicicletas venezolanas
Actualmente, existen más de una de docena de proyectos de ciclovías en varias ciudades. Aunque sin duda, las que han llevado la batuta en tal sentido son Caracas, Maracaibo y Mérida, entre otras.
El 25 de marzo de 2012, la alcaldía de Caracas lanzó un programa de ciclovías recreativas llamado “Caracas Rueda Libre”, cerrando todos los domingos el Parque Los Caobos y la Plaza Los Símbolos, además promocionando el uso de bicicletas en este programa.
En 2013 el activismo ciclista se hizo sentir en varias ciudades. En Maracaibo colectivos de pedalistas como “Ciclovías Maracaibo”, integrado por unos 700 pedalistas no profesionales, realizaron diversas actividades, entre las cuales destacan: siembra de árboles y masas críticas para apoyar las ciclovías recreativas dominicales, que se llevan a cabo en dos de las avenidas más importantes de la ciudad.
El pasado 6 de octubre un grupo de ciclistas y patinadores de la ciudad de Barquisimeto realizaron una protesta denominada “Bicicrítica” exigiendo condiciones estructurales para poder manejar bicicleta en la ciudad crepuscular, incluso este mismo grupo introdujo un “proyecto de Ley de Transporte Alternativo” en el Consejo Legislativo del estado Lara.
Por otro lado, a nivel nacional vive un colectivo de mujeres pedalistas llamado “Bicimamis Venezuela”, que nació originalmente en Caracas pero ha ido ganando adeptas en todo el país, está integrado por unas tres mil mujeres, este domingo 20 de octubre cumplirán su “rodada número 100”.
El uso de la bicicleta como medio de transporte ha ido ganando terreno, este pasado domingo ya se admitió llevar bicicletas dentro del metro de Caracas a fin de fomentar la participación en el programa “Rueda Libre”.
Bicicletas del mundo
Las ciclovías no son una invención de este siglo, desde finales del siglo 19 ya pedalistas del mundo entero se movían exigiendo que fuesen tomados en cuenta.
En el mundo occidental, sin duda los primeros precursores de los derechos de los ciclistas y la creación de vías para este fin fueron los Países Bajos. Desde 1870 las bicis son un medio de transporte popular en ese país, de hecho en 1920 se calcula que un 75% de la población se movilizaba en dos ruedas.
En cada localidad del mundo los espacios dedicados para las bicicletas son llamados de distintas formas, dependiendo también de la concepción del proyecto se pueden clasificar en cinco tipos:
-Vías reservadas: Son permanentes y no están apartadas del tráfico de la ciudad, por el contrario forman parte de él. Suelen encontrarse en zonas interurbanas o en grandes parques urbanos.
-Vías segregadas: Estas delimitan un espacio físico único para bicicletas que regularmente se encuentra anexado a una calle o avenida pero sin formar parte de ella. Por mencionar algún ejemplo de este tipo, nos encontramos con la Red para Ciclistas de Buenos Aires en Argentina.
-Vías integradas: Son aquellas que comparten el espacio con vehículos de motor. Sus fundamentos o normativas son iguales a las de cualquier vehículo presente en dicha vía. Las calles del centro de Ámsterdam en Holanda son una muestra de este tipo.
-Senderos: Son aquellas vías que son totalmente independientes de los canales regulares de tráfico, generalmente se les encuentra en zonas rurales y en su mayoría son de carácter recreativo. Actualmente en Europa existe una buena presencia de éstas a través del programa “Red de Senderos Europeos de Gran Recorrido”.
-Ciclovías Recreativas: También llamadas “Calles Abiertas” es un movimiento internacional en el cual a los vehículos a motor no se les permite pasar por dicha calle en algunas horas del día, aunque lo que más se ha popularizado ha sido el cierre de las vías para vehículos a motor los domingos y días festivos. Cabe destacar que esta es la forma más usada en los países latinoamericanos y uno de los primeros proyectos se dio en la capital colombiana, Bogotá.
Numerosos son los venezolanos que están pensando seriamente volver a montar de nuevo su bicicleta, sin duda, las ciudades que logren implementar un buen sistema de vías ciclísticas podrán sumarse a la larga lista de ciudades del mundo donde la bicicleta es una de las mejores opciones de transporte.