Traigo esto a colación, para explicar justamente que es a ese “Alto Mando Cívico -Militar” a quien debe responder el nuevo órgano para el control de la información, el Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria ó CESPPA. Uno de los artículos que más me preocupa, como disidente que soy de esta tiranía que hoy vivimos, es el número 3 que dice lo siguiente: “El Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria solicitará, organizará, integrará y evaluará las informaciones de interés para el nivel estratégico de la Nación, asociadas a la actividad enemiga interna y externa, provenientes de todos los organismos de seguridad e inteligencia del Estado y otras entidades -públicas y privadas, según lo requiera la Dirección Político-Militar de la Revolución Bolivariana”.
Es decir, si los enemigos internos de la revolución somos la oposición democrática venezolana, estaría ya el gobierno hablando en otros términos, por supuesto no democráticos. Nicolás no ha dado la menor muestra de querer despolarizar al país, al contrario, atiza la polarización con cada uno de sus discursos, sin todavía aceptar que la mayoría -sin duda alguna- del país no lo quiere, y rechaza la imposición de un sistema Castro-comunista que ellos llaman socialismo y que Fidel Castro definió como comunismo.
El CESPPA podrá darse el lujo estimado lector, de evaluar las informaciones que devengan de nuestras actividades como oposición, además de usar a organizaciones o entidades privadas como sapos, para que el grupito éste que se hace llamar Alto Mando Cívico Militar o Ato Mando Político Militar de la Revolución, decida si somos enemigos internos, y seguramente arreciar aún más la persecución que mantienen en contra de líderes y partidos políticos, medios de comunicación y periodistas, activistas civiles y miembros de ONG’S. También decidirán que información puede usted saber o no, dependiendo de si ellos consideran que dicha información puede ser reservada, clasificada o de divulgación limitada, violándole a todos los ciudadanos el Derecho a la Información, que está garantizado en nuestra Constitución, aún en los Estados de Excepción.
Recordemos que ya existen precedentes sobre restricciones a la información, como por ejemplo la restricción a la información sobre las verdaderas cifras de personas contagiadas y fallecidas por el Virus AH1N1 este año; el acceso a la información sobre el número de personas fallecidas diariamente; la difusión pública sobre la cotización del dólar paralelo; el hermetismo con el que se trató la enfermedad de Chávez, y lo más reciente, la prohibición de que los medios de comunicación informen sobre el desabastecimiento.